Crisis en Medio Oriente y Norte de Africa: inflación y desaceleración económica a la vista

Introducción:

El Norte de África y el Medio Oriente son, de nuevo, los referentes centrales de la geopolítica global (ver mapa en EL UNIVERSAL). Los movimientos sociales y los cambios políticos que desde comienzos de febrero se han gestado en esta región del mundo, son hechos portadores de futuro que delinearán el camino de la política y economía mundial de los próximos meses. Veamos las variables críticas y sus efectos sobre la economía global. 

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Exportaciones colombianas: la brújula nos señala un Nuevo Norte.

Introducción:

Las exportaciones colombianas se clasifican en Tradicionales y No Tradicionales. Las primeras recogen fundamentalmente a los sectores de hidrocarburos y café. En el segundo  grupo se incluye el resto de sectores. Sin embargo, es evidente que el término No Tradicionales es anacrónico ya que recoge principalmente al sector textil-confección, bananos, flores, y otros de bajo nivel de agregación de valor. La categoría de No Tradicionales respondía al reto del último cuarto de siglo XX, de reducir la dependencia del café y la minería.

Oferta poco diversificada y mercados:

En la actualidad, se puede decir que Colombia ha avanzado poco en materia de diversificación de exportaciones. Según el DANE, el 52% de las exportaciones de 2009 fueron hidrocarburos y café; mientras que la mayor parte de las No Tradicionales fueron: textiles y confecciones (9,2%) banano (5,3%), alimentos, bebidas, azúcar y animales (20,7%), flores (6,8%), oro (8,6%). O sea que la mitad de  las No Tradicionales son productos de bajo nivel de valor agregado.

En nuestro informe anterior Commodities: nueva perspectiva para países no industrializados,  habíamos reconocido el potencial que representan los combustibles fósiles y los biocombustibles para nuestro desarrollo pero, es necesario hacer una lectura de un nuevo reto que enfrenta el sector exportador colombiano: el destino futuro de nuestros productos. Según el DANE, Colombia tiene una alta dependencia de tres mercados internacionales: Unión Europea, Estados Unidos y Venezuela.

Según esta tabla: Estados Unidos, Venezuela, la Unión Europea y la CAN representan ¾ partes de la demanda mundial de las exportaciones colombianas. Fuente: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/exportaciones/bol_exp_jul09.pdf

 

 

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¿Cuál es el Salario Mínimo Ideal?

Al finalizar el año, surgen expectativas por las negociaciones del Salario Mínimo entre empresarios, gobierno y sindicatos. Generalmente, la solicitud salarial de los sindicatos supera la oferta de empresarios y la propuesta gubernamental -éste último, atado a las metas en materia de inflación, crecimiento, generación de empleo y déficit fiscal, principalmente-. También hay que decir que, en la mayoría de los casos, no hay una concertación, y el gobierno debe establecer el Salario Mínimo por decreto.

Veamos algunos datos y criterios que se deben tener en cuenta para entender la complejidad de lo que se está negociando.

Salario Mínimo 2010, en América Latina (en dólares US)

País Salario Mínimo Fecha tasa de cambio
Argentina 435 Diciembre de 2010
Chile 317 Abril de 2010
Brasil 291 Abril de 2010
Venezuela 286 Abril de 2010
Colombia 271 Diciembre de 2010
Uruguay 245 Abril de 2010
Ecuador 240 Abril de 2010
Perú 196 Abril de 2010
México 133 Abril de 2010

Comentarios 1. El hecho de que un Salario Mínimo sea relativamente alto (caso Argentina) se puede ver de dos maneras. De un lado, evidencia que los trabajadores de menor remuneración de ese país, tienen un salario más alto que en el resto de Latinoamérica. Incluso, en términos de poder de compra de bienes importados, su nivel también es el más alto.

Sin embargo, el poder adquisitivo de los trabajadores de un país también debe observarse teniendo en cuenta la inflación y el porcentaje de trabajadores que ganan un Salario Mínimo. Así, por ejemplo, en Argentina, sólo 300.000 trabajadores obtienen esta remuneración, mientras que la mayoría tienen salarios pactados en convenciones sindicales. Igualmente, el Salario Mínimo Vital y Móvil de este país pierde mucho poder adquisitivo por la alta inflación. Es por ello que el último incremento se hizo en el mes de agosto.

Comentario 2. Un salario alto, medido en dólares, también refleja mayores costos laborales de producción en comparación con los demás países.  Así, los costos laborales de producción de Argentina serían más altos que los de los demás países de la región. México tendría los menores costos laborales.

Sin embargo, también sería necesario conocer qué porcentaje de mexicanos ganan Salario Mínimo –muchos mexicanos que laboran en las maquilas que ensamblan productos para Estados Unidos, tienen una baja remuneración- y, además, habría que analizar los demás costos asociados al salario: parafiscales o el factor prestacional. Así, por ejemplo, las prestaciones sociales elevan el Salario Mínimo en Colombia en un 50%.

¿Por qué  es tan complejo acordar un Salario Mínimo?

1. Porque a los empresarios les preocupa que un Salario Mínimo muy alto les eleve significativamente sus costos laborales. No sólo por la contratación de trabajadores con esta remuneración, sino porque el porcentaje de incremento sirve de referente para la negociación de los aumentos de los demás trabajadores –aquellos que ganan más del mínimo-

2. Porque al gobierno le preocupa que un significativo incremento de Salario Mínimo afecte la contratación de nuevos trabajadores –especialmente jóvenes-, ya que las empresas se verían desmotivadas a hacerlo por los altos costos que ello implica.

3. Porque a los trabajadores les preocupa que el incremento no compense la pérdida de poder adquisitivo que genera la inflación. Normalmente los sindicatos esperan que el Salario Mínimo compense la pérdida de poder adquisitivo que se tuvo con altas inflaciones anteriores.

4. Porque a los especialistas les preocupa que el incremento salarial no sea proporcional a la tasa de inflación más el aumento de productividad, haciéndose los productos nacionales menos competitivos en los mercados internacionales. Normalmente, el gobierno asocia el aumento del Salario Mínimo con las metas de inflación; o sea, pretende contener el gasto interno para evitar que se disparen los precios.

Sin embargo, en este punto, generalmente hay confrontación en el sentido de tomar como referente la inflación pasada o la presupuestada. La primera sería una compensación justa para el trabajador, la segunda sería ideal para lograr controlar los precios a futuro.

5. Por último, y de manera general, hay que decir que es difícil acordar un Salario Mínimo porque la Mesa de Concertación tiene un actor que busca principalmente una estabilidad macroeconómica –el gobierno-, otro que busca mantener bajos costos de producción –el empresario- y un tercero que lo que busca es elevar el poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores –el sindicato-. Y, la verdad sea dicha, con una planeación de corto plazo es casi imposible que estos tres objetivos se puedan conjugar en un acuerdo.

Reflexión final: las negociaciones del Salario Mínimo no son un fenómeno marginal. La  Mesa de Concertación refleja la capacidad de una democracia de construir consensos. El ideal es que las tres partes realmente lleguen a acuerdos. Por lo tanto, este tema del Salario Mínimo no se puede reducir a unos cálculos matemáticos.

La inserción de jóvenes a la vida laboral, la estabilidad del proceso productivo en particular y de la macroeconomía en general, y la capacidad de un país de seguir la senda del desarrollo equitativo, se hallan cruzadas por el proceso y los resultados de las negociaciones del Salario Mínimo.

Crisis en Irlanda: ¿segunda caída del Muro de Berlín?

Cuando se señalan los tres grandes centros de la economía mundial, se habla de dos países, Estados Unidos y Japón y de un subcontinente: Europa Occidental. Con la creación y evolución del bloque europeo -el cual comenzó siendo Mercado Común para evolucionar en Comunidad Económica hasta llegar a la hoy denominada Unión Europea (UE)-,  se tiende asociar a Europa con un mercado integrado, con políticas e instituciones económicas unificadas.

La UE recoge el 8% de la población mundial pero casi 25% del PIB global. La mayoría de los países de la UE pertenecen a la Zona Euro, o sea que han renunciado a su moneda propia para aceptar el Euro, cediendo su soberanía monetaria a un ente supranacional.

- Zona Euro (16 en azul);
- Estados obligados a incorporarse a la Zona Euro (9 en verde);
- Estado con cláusula de exclusión de la Zona Euro (Gran Bretaña);
- Estados que tienen previsto un referendum para incorporarse a la Zona Euro (Dinamarca),
-  Zonas no pertenecientes a la Unión Europea que utilizan el Euro sin un acuerdo (en morado).
Fuente: Archivo:Euro accession.png

Igualmente, sus integrantes no tienen política comercial propia, ni aduanas. Es por eso que en las negociaciones de la OMC no aparece ningún delegado de los países, sino los Comisarios Europeos, quienes representan a todo el bloque. Esto es muy significativo, ya que a la Ronda de Doha o a cualquier negociación bilateral -léase TLC con Colombia o Chile o México, por ejemplo-, el vocero europeo lleva una sola voz, pero  en representación de 27 naciones.

Sin embargo, últimamente hablamos de la Crisis Griega, la Crisis Española, la Crisis Irlandesa y todo indica que, dentro de pronto, hablaremos de la Crisis Portuguesa. He aquí lo extraño, puesto que nadie habló hace dos años de la recesión en Nueva York o la Crisis de Washington, sino de la crisis de la economía norteamericana. Entonces, ¿por qué no hablamos de la Crisis de la Unión Europea o, al menos, de la Zona Euro?

Si bien, la crisis financiera que se inició en 2007 y la recesión mundial son fenómenos que prueban la interdependencia de las economías del mundo, también hay que reconocer que las crisis suscitadas en Grecia, España y, ahora, Irlanda tienen un denominador común que las diferencia del resto del mundo: son economías que no tienen moneda propia y, por lo tanto, tampoco poseen una política cambiaria. Estas naciones tienen amputada su soberanía monetaria.

Mientras Estados Unidos emite moneda para mantener competitivas sus exportaciones, Beijing aplica una política cambiaria de anclaje, colocando al Yuan a la par del dólar americano y la Banca Central en Brasil incrementa sus compras de dólares y coloca restricciones a los capitales de corto plazo, Grecia, España o Irlanda no tienen instrumentos monetarios para palear la crisis.

Esta limitación no es de poca monta. Sus gobiernos deben recurrir directamente a medidas como reducciones salariales, despidos de empleados públicos y recortes al presupuesto del Estado. Medidas políticamente impopulares que, tradicionalmente, tumban gobiernos. Por lo tanto, estas crisis consecutivas no sólo son problemas monetarios de  países vecinos, sino síntomas de crisis del bloque.

Lo anterior explica que se establezcan planes de rescate desde Bruselas (sede de la UE) para recuperar estas economías. Pero, estos no se deben entender como medidas de solidaridad. Europa no es un país, es un bloque, pero sus integrantes son países “incompletos” y al ingresar a la UE eso es claro: se renuncia a la soberanía a cambio de los beneficios de la integración.

En los momentos difíciles es que se ve realmente si los matrimonios son sólidos. Bueno, entonces, esta “poligamia” europea está viviendo una crisis conyugal y, por lo tanto, ésta se debe resolver en pareja (mejor dicho, en grupo).

Lo que realmente está en juego es la solidez de la Unión Europea. Si los demás países que integran la UE entienden que los problemas de sus vecinos son endógenos al interior de Europa y no exógenos a economías fuertes como Alemania, Francia o Gran Bretaña, la Zona Euro saldrá fortalecida de esta crisis.

Pero si la realidad es que se asume que los problemas son  particularmente de Grecia, España, Irlanda o (pronto) Portugal, entonces, estaremos asistiendo a la segunda caída del Muro de Berlín: el inicio del desmoronamiento de la Zona Euro.

La Argentina de los Kirchner

Acaba de fallecer el ex-presidente argentino Néstor Kirshner, quien fuera Secretario General de la UNASUR y precandidato presidencial para sustituir a su esposa en la Casa Rosada. Sea el momento para dar un vistazo por la economía de este país que tanto atrae a los colombianos en calidad de turistas o de estudiantes y que tanta polémica genera entre los expertos.

Si tomas un vuelo desde Colombia y te animas a venir por estos días a Argentina, te darás cuenta que ese avión no sólo te trasladará al hemisferio sur, sino que te transportará en el tiempo, 20 años atrás.

Mi primera sensación al llegar a este país hace dos meses, es que el neoliberalismo no había pasado por acá con la fogosidad que lo hizo por Colombia. Rápidamente pude evidenciar que el transporte urbano, la educación, la salud, las comunicaciones siguen en gran medida en manos del Estado.

Igualmente, con el correr de los días se hizo evidente que los sindicatos tienen un gran peso en las decisiones de política económica de este país: esta es la economía de los Kirshner, una economía que desaceleró su ritmo de apertura económica cuando el sistema monetario reventó, cuando la relación 1 a 1 que había entre la moneda local y el dólar americano se desmoronó… cuando el vuelo hacia el primer mundo tuvo que ser suspendido.

Argentina llegó a ser, a comienzos de siglo, una de las economías más poderosas del mundo; en 1928 ocupaba el sexto puesto del PIB mundial. Pero en los años ochenta fue una de las más golpeadas con la crisis de la deuda externa latinoamericana, teniendo una hiperinflación que hundió la economía hasta dejarla con niveles de pobreza del 43%.

Las medidas de ajuste implementadas en los gobiernos de Menem (década de los noventa) trajeron resultados ambiguos: altas tasas de crecimiento, el PIB per-capita más alto de la región pero, a la vez, un desempleo cercano al 20% y una concentración de la riqueza entre banqueros y agroexportadores. Este experimento explotó cuando se hizo evidente que la riqueza no estaba cimentada sobre verdaderos mojones de productividad y competitividad. La moneda argentina no valía lo que se decía. Entonces, los argentinos tomaron un vuelo charter de regreso al tercer mundo.

La pareja Kirshner que ha gobernado el país durante la presente década puso el freno de mano a la apertura económica. Permitió que la moneda se mantuviera devaluada (después de una paridad cambiaria de 1 dólar = 1 peso en los 90s); actualmente la divisa americana se cotiza a 4 pesos argentinos. Esta tendencia devaluacionista le devolvió la competitividad a las exportaciones argentinas, las cuales, acompañadas de un excelente ambiente internacional, colocaron al país como uno de los de mayor crecimiento económico en la región, con tasas que oscilaron entre 7% y 9% antes de la crisis financiera global.Pero no sólo se suspendió la paridad cambiaria. Se frenaron las privatizaciones, se crearon algunas empresas estatales, se rompieron las relaciones con el FMI y se estableció control de precios para ciertos productos.

El desempleo actualmente es inferior al 10% pero el lunar de la economía gaucha (bomba de tiempo para el crecimiento en el futuro) es la inflación. Aunque hay polémica por los datos oficiales, es un hecho que Argentina tiene una de las inflaciones más altas del continente. Los datos oficiales la colocaron, para 2009, ligeramente debajo del 10% pero analistas privados aseguran que de lejos supera este guarismo (ver gráfico: Tasas de inflación en América Latina fuente http://www.javierforero.com/.

En Argentina, para los Kirshner no hay aguas tibias. Los odian o los idolotran, no hay términos medios. Así, también, es la economía argentina, llena de antagonismos: actualmente tiene la peor inflación y, a la vez, el mayor PIB per-cápita de la región,  un agro en crisis pero, hoy se presenta como uno de los mercados emergentes más promisorios de América Latina, con Chile, Brasil y México.