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En la tarde de este miércoles el jefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, fue subido en un avión bombardier que lo llevó directo a los Estados Unidos. Minutos antes de su extradición, el capo sonrió, lloró y hasta lanzó un insulto.
Antes de partir rumbo a la cárcel federal de Brooklyn, en Nueva York –donde estará recluido mientras le responde a la justicia de Estados Unidos por delitos relacionados al narcotráfico– el capo fue reseñado por la Interpol, en medio de ese procedimiento a “Otoniel” se le vio en el rostro algunas expresiones.
“Hijueputa”, fue una de las palabras que alcanzó a pronunciar el cabecilla del Clan del Golfo. Luego, empezó a mirar hacia los lados. Cuando la cámara lo enfocó, el señalado de cometer abuso sexual y asesinar líderes sociales, lloró.
Mientras los pilotos pedían las autorizaciones para despegar de la base aérea de Catam, “Otoniel” fue fotografiado por última vez en suelo colombiano. Esposado de pies y manos, el capo mostró otra facción: sonrío.
“Este delincuente es solamente comparable con Pablo Escobar. No solo se trata del narcotraficante más peligroso del mundo, sino de un asesino de líderes sociales, abusador de niños, niñas y adolescentes, asesino de policías y uno de los más peligrosos criminales del planeta”, dijo el presidente Iván Duque cuando el capo ya se encontraba con rumbo a los Estados Unidos.
Úsuga deberá pagar a la justicia americana por traficar más de 200 toneladas de cocaína. En Colombia todavía debe responder por 128 procesos por homicidio, reclutamiento forzado, concierto para delinquir, secuestro, terrorismo, desaparición forzada y desplazamiento.
Este jueves se conocen las primeras imágenes del criminal en Estados Unidos. El hombre arribó custodiado por agentes de la DEA, la Interpol, la Fuerza Aérea y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional.
La vida delincuencial de Úsuga, de 51 años, comenzó en el frente cinco de las Farc como miliciano, luego saltó a la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL) en el Urabá. Después ingresó al Bloque Centauros de las Autodefensas y terminó en las AGC, grupo ilegal que fundó.