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Aunque hay menos mata de coca en Colombia, las cifras son altas

Por primera vez en siete años hubo reducción en hectáreas sembradas, según el informe de Naciones Unidas. Duque no es triunfalista.

  • La erradicación ha sido una de las estrategias del Gobierno para la reducción. FOTO COLPRENSA
    La erradicación ha sido una de las estrategias del Gobierno para la reducción. FOTO COLPRENSA
Aunque hay menos mata de coca en Colombia, las cifras son altas

Las noticias para Colombia son positivas. En 2018 frenó el crecimiento de los cultivos de uso ilícito, una constante desde 2014 e, incluso, se registró una reducción del 1,2 % con respecto al 2017, según reveló el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Unodc.

Eso quiere decir que en el país, al término del año pasado había 169.000 hectáreas de mata de coca, dos mil menos que en 2017 cuando el mismo estudio reveló un total de 171.000 hectáreas.

“La tendencia que veníamos viendo en los últimos años era un crecimiento superior al 30% por año, este reporte muestra que por primera vez en 7 años se quebró esa tenencia de crecimiento exponencial. No solamente paró, si no que hubo reducción de la zona sembrada”, resaltó el presidente Iván Duque durante la presentación del informe.

Además el mandatario afirmó que de no ser por las medidas que ha tenido el Gobierno (ver infografía) para frenar este fenómeno, “muy seguramente esa cifra estaría por encima las 220 mil hectáreas”. Aunque vale la pena aclarar que parte de este logro también es del gobierno de Juan Manuel Santos, quien estuvo al frente del país hasta agosto.

Pierre Lapaque, representante de la Unodc, celebró el resultado del informe, dijo que “es muy importante trabajar con gobiernos que se esfuerzan por proteger a sus comunidades de estas amenazas y por alcanzar los objetivos de desarrollo alternativo”, sin embargo advirtió que Colombia, “aún está en los niveles de cultivos de coca más alto desde 2001”, cuando se empezó a medir ese flagelo.

Dos escenarios

Aunque se espera que la próxima semana sea publicado el documento completo de la Unodc, esa oficina afirmó que una de las conclusiones que arrojó el estudio es que las plantaciones de uso ilícito están cada vez más concentradas y que, por esa razón, se presentan dos escenarios: las regiones donde los cultivos van en descenso y otras zonas donde, por el contrario, lo que se registra es mucha coca por kilómetro cuadrado.

En los municipios de El Tambo y Argelia en Cauca, Tibú en Norte de Santander y Tarazá en Antioquia, “hay una profecionalización del cultivo de coca”.

Mientras que en otros departamentos del país como Putumayo, Meta, Chocó, Amazonas y Nariño se registra una reducción de cultivos y otros como Arauca, Vaupés, Guainía, Cesar, Santander, Boyacá, Magdalena y La Guajira tienen menos de 100 hectáreas sembradas con hoja de coca.

“Tenemos, en lugares del territorio, cultivos industriales de coca al servicio de grupos armados ilegales y de carteles de la droga; y por eso, también, este Gobierno es claro y contundente en enfrentar esas estructuras, estructuras como las del Eln, el ‘Clan del Golfo’, ‘los Pelusos’, ‘los Caparros’ y ‘los Pachenca”, señaló el presidente Duque.

¿Cambiarán las estrategias?

Aunque el Gobierno reconoció que este resultado se da, en gran parte, gracias a su política “Ruta Futuro”, que consiste en temas de sustitución, erradicación, desarrollo alternativo, pago por servicios ambientales y lucha contra el narcotráfico, tampoco ha descartado el uso de nuevas estrategias para el combate de los cultivos ilícitos como la aspersión aérea con glifosato.

Sobre el tema, los expertos tienen opiniones encontradas.

María Alejandra Vélez, directora del Centro de estudios de seguridad y drogas de la Universidad de los Andes, cree que para quienes estaban pensando en la fumigación, “la buena noticia es que aparentemente no se necesita para estabilizar las hectáreas sembradas, sin embargo acá lo que hay que mirar es dónde están las 169 mil hectáreas que siguen sembradas. El problema es que mientras no se publique el informe completo es prematuro hablar de un leve cambio en las cifras”.

Por su parte, Felipe Fernández, analista de seguridad ciudadana y nacional, cree que el Gobierno no cambiará su intención “porque viene apalancado por un sector que sigue creyendo que es la mejor manera de continuar con una reducción y evitar muertes a integrantes de la Fuerza Pública al momento de la erradicación”.

María Isabel Loaiza, experta en drogas y politóloga de la U. del Rosario, afirma que las cifras demuestran un logro y un avance importante. “Sin embargo no estoy de acuerdo con el glifosato, creo que de acá en adelante las estrategias y todas las iniciativas contra los cultivos de uso ilícito deben ser consensuadas con las comunidades que siembran. El glifosato puede dar resultados muy en el corto plazo, pero raya sobre la superficie del problema y no a la profundidad del mismo”, dice.

Para el presidente Duque, la conclusión es que este reporte no es recibido con triunfalismos ni con complacencia, “lo recibimos dándonos cuenta de que vamos en la dirección correcta y que debemos ser cada vez más fuertes, más rigurosos y más exitosos”.

Infográfico

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