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A pocos días de instalarse el Congreso de la República, los partidos de La U y Cambio Radical, que lo único que tenían en común era haber nacido como colectividades uribistas, dieron una voltereta política y ahora funcionaran de forma articulada para asuntos legislativos.
La decisión fue tomada en medio de la negociación de las mesas directivas del Senado y Cámara (presidencias). Tanto Cambio Radical, que cuenta con 46 parlamentarios, y La U, que tiene 38, (total 85) pueden quedarse sin representación en los cargos más importantes del Congreso, eso ante la fuerza alcanzada en la era Duque, por el Centro Democrático y el Conservador.
Así lo explicó el presidente de La U, Aurelio Iragorri, quien dijo que “es el principio del posicionamiento de los partidos para que esas mayorías, que representa la unión de las bancadas, se vean reflejadas en la composición de las dignidades del Congreso”.
El director de Cambio Radical, Jorge E. Vélez, agregó que “con este acuerdo se constituye el bloque parlamentario más significativo porque logra sumar una coalición que representa, ni más ni menos, que el 30 por ciento”.
En principio esta alianza surge para tener mayor poder en el Congreso, pero de entrada puede darse un pulso con el nuevo Gobierno. Así lo dejó entrever el senador Armando Benedetti, quien manifestó que “se trata de una realidad política para la composición del legislativo, que de ahí pique y se convierta en algo más depende de ellos (gobierno). No es una advertencia, no es para sacar los dientes, pero sí se trata de 85 congresistas”.
Desde Cambio Radical, el senador Germán Varón Cotrino, señaló que aún no se ha hablado de ser oposición, parte de la coalición de Gobierno u optar por independencia, pero es claro que los dos partidos conforman un bloque que debe ser tenido en cuenta”.
La advertencia, citando a la recién nombrada ministra de Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, la hizo el senador Roy Barreras: “nuestros presidentes (de los partidos) tienen la tarea de conversar con la ministra para tramitar una coalición de cara la agenda legislativa que prepare el gobierno”.
Un llamado que puede convertirse en advertencia, el presidente entrante, Iván Duque, ha evitado reunirse con sectores políticos ajenos a su campaña, también ha advertido que no hará acuerdos burocráticos. Sin embargo, en la primera legislatura se viene una agenda de reformas, que cumplirían su trámite con facilidad si tiene el apoyo de estos 85 congresistas. Todo parece indicar que no será gratis .