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Tras dos semanas de una crisis migratoria que puso en jaque el municipio de Necoclí, Antioquia, con la llegada de alrededor de 12.000 extranjeros haitianos y africanos, la Cancillería de Colombia lideró una reunión con otras ocho naciones del continente para trazar una hoja de ruta conjunta para atender este tipo de situaciones.
El encuentro, que se dio este miércoles, transcurrió en las horas de la mañana con la mayoría de los integrantes de manera virtual y tuvo como foco la corresponsabilidad entre los países de tránsito, como Colombia, Ecuador y Panamá, y los de destino, como Estados Unidos y Canadá.
Dentro de las conclusiones, la vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, enfatizó en que la migración no es un tema transitorio y que, por el contrario, “se debe entender como un flagelo que puede aumentar y generar una situación crítica en términos económicos, sociales y sanitarios”.
En la reunión participaron los cancilleres de Panamá, Erika Mouynes; Brasil, Carlos Alberto Franco; Costa Rica, Rodolfo Solano; Chile, Andrés Allamand; Ecuador, Mauricio Montalvo; y México, Marcelo Luis Ebrard; así como los viceministros de Relaciones Exteriores de Colombia, Francisco Echeverri; y Perú, Luis Enrique Chávez.
Por parte de Estados Unidos y Canadá estuvieron presentes la Subsecretaria de Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos, Uzra Zeya; y el Ministro de Inmigración de Canadá, Marco Mendicino, respectivamente.
Sobre esto último, Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de la Universidad del Rosario en el área de relaciones internacionales e investigador en temas de migración, aseguró que “pese a que los planteamientos de la reunión son justos y coherentes, en el evento se pueden analizar dos carencias. Por un lado, no participaron países centroamericanos claves en el proceso migratorio como El Salvador, Guatemala y Honduras”.
Y por el otro, según dijo Jaramillo, está la ausencia de Venezuela. “Está claro que ese país no está relacionado directamente con la crisis en Necoclí, pero es necesario contar con la participación de ellos si se quiere dar soluciones estructurales a las problemáticas migratorias”, dijo.
Por ahora, Migración Colombia aseguró que en la tarde del miércoles solo permanecían 3.000 de los 12.000 migrantes que estuvieron varados en Necoclí, “por lo que esperamos que la situación esté normalizada al finalizar la semana”. Sin embargo, el trabajo para atender esa población debe ser permanente, como aseguró Ramírez.
EL COLOMBIANO buscó especialistas para analizar los seis puntos que surgieron como conclusión de esa reunión