Ante las autoridades se entregó Fabián Enrique Vargas, el hombre encapuchado quien al parecer fingió disparar un arma de fuego contra los integrantes del Esmad de la Policía que custodiaban la jornada de marchas del pasado 1 de mayo en Bogotá.
“A través de todo el trabajo que se hizo en la Policía con ayuda de los medios de comunicación, la Alcaldía de Bogotá y la presión que se generó, esta persona decidió entregarse y por ahora esta en poder de la Fiscalía”, manifestó el director de la Policía, general Jorge Hernando Nieto.
Por información del paradero del presunto agresor la Policía Metropolitana de Bogotá ofrecía una recompensa de 20 millones de pesos.
Por el momento, la Fiscalía General estudia si la conducta cometida por Vargas se puede calificar como delictuosa, pues el arma que dice haber usado para apuntarles a los integrantes del Esmad sería una pistola de fogueo con munición de salva. De esta manera, se cree que las autoridades no podrían procesar a Vargas por tentativa de homicidio, porte ilegal de armas o daño en bien ajeno.
“Me entregué por cuestión propia, para limpiar mi nombre y pedir disculpas a la opinión pública y a la ciudadanía en general (...)”, dijo Vargas y agregó a su llegada a los juzgados de Paloquemao: “pido perdón a las personas que marchaban ese día, porque con mi acciones se empañó esa marcha”.
Vargas pidió perdón a la Policía. Ahora, el ente acusador decidirá si lo acusa y solicita ante un juez de control de garantías medida de aseguramiento en centro carcelario.