Con miras a las elecciones presidenciales y legislativas del próximo año, y justo en medio del enrarecido ambiente político tras el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, este martes la Defensoría del Pueblo –de la mano de otras instituciones y miembros de la comunidad internacional– firmó un pacto por un proceso electoral libre y en paz en Colombia.
El compromiso, que se firmó en la sede de la Defensoría del Pueblo en Bogotá, fue suscrito por la jefe del organismo Iris Marín, así como por monseñor Héctor Fabio Henao, de la Conferencia Episcopal Colombiana; Roberto Menéndez, de la MAPP/OEA; Scott Campbell, de ONU DD. HH.; y Carlos Ruiz Massieu, de la Misión de Verificación de la ONU.
Además, por parte de la comunidad internacional firmaron varios embajadores y diplomáticos, entre ellos, el embajador de la Unión Europea, Gilles Bertrand. En total, fueron más de 80 actores, entre partidos políticos, precandidatos presidenciales, organizaciones de la sociedad civil, entre otras.
En total son nueve puntos del compromiso, abarcando asuntos como el respeto por la vida y evitar la proliferación de información falsa, buscando que el acuerdo se traduzca en acciones concretas de todos los actores que suscribieron.
“Entre los nueve compromisos, hay uno que está relacionado con usar un lenguaje constructivo y que no invite a la estigmatización, y otro que tiene ver con no difundir información que no sea veraz. Esto implica un compromiso de todos los actores políticos”, explicó la defensora del Pueblo, Iris Marín.
Por su parte, monseñor Héctor Fabio Henao advirtió que hay un mapa de riesgo electoral importante en el país, es decir, “regiones donde pueden haber amenazas para la población en términos de constreñimiento para votar por uno u otro candidato, o para impedir la votación. Debemos garantizar que la votación se dé de manera libre y consciente”.
Además, instó a que desde todos los ámbitos políticos se den mensajes que permitan crear narrativas de paz y no un lenguaje tóxico alrededor de las elecciones. “Hay que excluir toda forma de agresividad y crear un debate en términos cívicos y ciudadanos”, precisó monseñor.