viernes
7 y 9
7 y 9
“Todo esto nos lleva a unas políticas de Gobierno que de inmediato debemos aplicar. Tengo que recoger los ‘cunchos’, los pedazos de presupuesto de este año y ver si con eso podemos afrontar la emergencia que es la caída permanente de agua”.
Con esas palabras fue el propio presidente Gustavo Petro quien justificó la declaratoria de emergencia en todo el país para atender el embate de la ola invernal que, según cálculos oficiales, ya golpeó a 754 de los 1.100 municipios que tiene el país y se extenderá hasta comienzos del 2023.
“Me toca declarar el estado de desastre causado por la humanidad misma, es consecuencia de unas acciones humanas que durante siglos han venido acumulándose sin solución”, añadió Petro.
Lo que quiere el Jefe de Estado es que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y el Fondo de Adaptación centralicen los recursos que se requieran para trasladar poblaciones, reconstruir infraestructura y garantizar alimentación a los damnificados.
Según el Gobierno, con corte al 31 de octubre, las lluvias en este 2022 ya dejan 203 muertos, 281 heridos, 37 desaparecidos y 453.292 personas afectadas, representadas en 136.407 familias.
“Los suelos están saturados, los niveles de los ríos están altos, los embalses están llenos. Así sea una lluvia pequeña que se genere, fácilmente termina en un deslizamiento, en una inundación”, precisó el director de la UNGRD, Javier Pava.
La declaración de desastre que ordenó la Casa de Nariño, vía decreto, tiene como base la ley 1523 de 2012, que –entre otras cosas– autoriza el uso de recursos no utilizados en las entidades para la atención de damnificados.