Las Farc cuestionaron una vez más las iniciativas que el Gobierno adelanta en el Congreso para normatizar el futuro acuerdo final de La Habana, e insistieron en que lo que ellos quieren es una Asamblea Nacional Constituyente y que los puntos negociados se incorporen de manera automática en el bloque constitucional.
“Pastor Alape”, uno de los negociadores insurgentes, expresó que los proyectos del plebiscito, la comisión legislativa para la paz y la reglamentación de zonas de concentración de rebeldes, son “anuncios no consensuados” y “hacen parte de una actitud que hace invisible al interlocutor y adelanta resultados pendientes aún sin tratarse”.
Insistió en que hay que blindar lo acordado y que para ellos las “alternativas insoslayables” son la asamblea constituyente, como mecanismo de refrendación popular, y darle a lo firmado categoría de “Acuerdo Especial incorporado al bloque de constitucionalidad”.
Con esta última idea, pretenden que lo decidido en Cuba adquiera carácter de ley de manera automática, y no cualquier ley, sino en norma que reforma la Constitución y se incorpora a ella, al estilo de las convenciones de Ginebra.