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Estamos Listas llega a la contienda por el Senado marcando un hito en la historia política de Colombia: son el primer movimiento femenista que se presenta al Congreso para llevar una lista cerrada, liderada por mujeres e integrantes de grupos socialmente excluidos.
Elizabeth Giraldo encabeza el catálogo de 16 postuladas con mujeres afros, raizales y palenqueras en los primeros lugares, candidatas que van desde San Andrés, Quindío y Boyacá hasta Antioquia, Atlántico y Caquetá, y que propenden por la reivindicación de los derechos de las mujeres que, a su juicio, no han sido bien representados por los partidos tradicionales.
Giraldo conversó con EL COLOMBIANO sobre el respaldo de Estamos Listas a Francia Márquez, toma distancia del Pacto Histórico y apunta que las mujeres que integran las coaliciones a la Presidencia están en contextos que obstaculizan su ingreso al poder.
Todo comenzó en Medellín cuando aspiraron al Concejo. ¿Cómo es la transición de lo local a lo nacional?
“Tenemos modelos de participación y democracia interna. Planteamos expandirnos en la asamblea plena porque muchas mujeres de diferentes partes de Colombia nos escribían para preguntarnos si estábamos en otras ciudades. Definimos unas reglas claras para todas, condiciones de vinculación y participación que dan tranquilidad a las compas de otros lugares del país que quieren sumarse”.
Tienen hombres en su lista. ¿Cómo la conformaron?
“Perseguimos acciones afirmativas que transgredan las formas de exclusión social y económica, por racialización y disidencia sexual. Nuestra lista al Senado tiene porcentajes de composición, es afirmativa con las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales, también con afros, raizales, palenqueras y quienes pertenecen a departamentos subrepresentados. Los cuatro primeros lugares tienen participación de todos los grupos para garantizar una posibilidad real de poder y los hombres son aliados que respaldan nuestro proyecto político”.
En el pasado otros candidatos afirmaron representar la bandera feminista. ¿Nunca la ejecutaron?
“A los partidos del espectro de derecha no les interesa, gran parte de su agenda está en contra de los derechos de las mujeres y de las disidencias sexuales, incluso de la posibilidad de representatividad política. Peor aún, partidos y movimientos que vienen del centro o de la izquierda y que son más progresistas no han podido formular un proyecto político que albergue los feminismos desde la práctica. No queremos un rótulo, sino una evidencia real”.
Si llegan al Congreso, ¿en qué normas quieren traducir esa ideología?
“Ocuparemos nuestras curules desde las mayorías sociales, buscando que exista un Estado más distributivo, cuidador, que genere políticas tributarias y legislativas donde quienes hoy pueden gozar de mayores privilegios se sumen a la necesidad de cambio que tenemos, para que las grandes acumulaciones de recursos se puedan distribuir de manera equitativa”.
Ustedes apoyan a Francia Márquez como candidata, pero no al Pacto Histórico...
“Ir a la consulta con ella no es un espaldarazo ni al Pacto Histórico ni a los movimientos que están allí. Muchas personas tienen esta lectura: quieren respaldar a Francia, pero no están de acuerdo con lo que propone el Pacto. Hemos hecho reflexiones sobre lo que pasa en otras coaliciones y movimientos que tienen listas en muchos sentidos antidemocráticas, que no dan garantías a la realidad étnica y tienen procesos racistas”.
Dentro de sus coaliciones ni Ingrid Betancourt ni Francia Márquez se perfilan como favoritas. ¿Qué harán si no hay una candidata para mayo?
“Hay que ponerles fuerza. De entrada las damos como perdedoras, pero Francia está convencida, ha decidido estar en un entorno que no es el más amable para ella, tiene esa confianza, el deseo y la vocación de poder. Vamos a apoyarla y a hacer que triunfe”.
Las mujeres que han llegado más lejos en la política de Colombia, como Marta Lucía Ramírez o Dilian Francisca Toro, ¿están envueltas en un contexto machista?
“No solo no representan el feminismo, sino que están un proyecto político centralizado y de desigualdad económica. El feminismo invita a otro tipo de transformaciones, cuestiona las raíces de las desigualdades, es antiracista, crítico con el proyecto neoliberal, la acumulación de poder y las desigualdades económicas que son asuntos que esas mujeres que mencionas respaldan que existan. Hacen parte de ese esquema de valores políticos”.
¿Cómo ven la participación de la mujer en las coaliciones?
“Ahí se evidenció la ausencia de garantías para la participación política de las mujeres. Es escandaloso e injusto que se sigan replicando imágenes de hombres con tradición de poder y del centro del país, pero no hay condiciones para que eso se transforme. Es evidente que en el Pacto hay gran desigualdad entre los candidatos, hay uno más producido y los medios a veces solo le dan visibilidad en los debates a los hombres y no a las candidatas”.
Mábel Lara y Caterine Ibargüen son cabezas de lista de sus partidos. ¿Eso es un indicio de que tendremos un Congreso más equitativo?
“Están en partidos de los que no compartimos su ideología y que no son feministas. Seguramente una vez quedemos electas podremos pensar en esfuerzos amplios por nuestros derechos y los derechos de las mayorías sociales. Hay fuerzas políticas retardatarias que pierden fuerza, lo que abre el camino para quienes representamos otros proyectos”.