Para algunos fue un debate de ideas, para otros fue un debate calmado, pero lo cierto del diálogo que organizó el periódico EL COLOMBIANO junto a los canales Telemedellín, Teleantioquia, Red+Noticias y Caracol Radio, es que dejó varios momentos curiosos por los que pasaron los candidatos Germán Vargas, Iván Duque, Humberto de la Calle y Sergio Fajardo.
La pertinaz lluvia, que acompañó las dos horas que duró el mismo, fue la que impidió que el candidato Iván Duque Márquez, pudiera llegar en punto. La transmisión arrancó y Duque apenas subía las escaleras y corría los pasillos del moderno edificio de Telemedellín para llegar al estudio.
El retraso no permitió que el aspirante alcanzara a ser bien maquillado, y apenas tuvo tiempo para ocupar la silla, que estaba muy cerca a la que dejó vacía el candidato de la extrema izquierda Gustavo Petro. Ese detalle fue resaltado por la directora de El Colombiano, Marta Ortíz, quien al presentar a los candidatos dijo que esa silla se quedó ahí porque Petro canceló a último momento.
Mientras eso se decía en pantalla, asesores de los candidatos y asistentes al debate comentaban que desde el día anterior, cuando en Bogotá se hizo el debate de Canal Capital, Petro habría advertido que no iría.
El primer corte a comerciales permitió que los cuatro aspirantes se movieran de sus sillas, de inmediato sus acompañantes, fueron seis por cada uno, se acercaran y les hablaran sobre su percepción de cómo iba la discusión.
Sin embargo, las ganas por entrar al estudio llevaron a que más de uno peleara por pasar la puerta, como le pasó al asesor de comunicaciones de Iván Duque, el periodista Juan Pablo Bieri. Su insistencia fue frenada con la más elemental respuesta de una de las organizadoras: “No puedes entrar, las normas son las normas y son para todos”. Un gesto, una movida de hombros, fueron su respuesta.
En un nuevo corte, el que salió a buscar un café fue uno de los periodistas invitados, Gustavo Gómez, quien con su humor característico conversó con el personal de logística.
Unos metros más allá y en cuatro salas estaban los equipos de los candidatos. En el de Vargas Lleras, uno de los que abandonó por un rato la transmisión fue Luis Felipe Henao, quien atendió, muy cómodo en un sofá, varias conversaciones en su celular.
Otro que atendió el celular fue el jefe del partido Cambio Radical, Jorge Enrique Vélez, quien abandonó el estudio por unos minutos y salió al patio, sin importar que la lluvia era permanente.
La tranquilidad que muchos dijeron tuvo el debate se rompió cuando Germán Vargas Lleras, reclamó el derecho a una réplica luego de que Humberto de la Calle le criticó en una respuesta en la que se debía referir a otro tema.
Pero el cierre particular lo dio el periodista Gustavo Gómez. Con celular en mano y ya terminado el dabate se fue entrevistando uno a uno a los candidatos, a los asesores. Su estrategia logró apuntes particulares. Vargas le dijo que tenía la cámara de También Caerás, Duque que ese era el debate detrás de cámaras. Y le resultó tan buena la estrategia que incluso hasta los camarógrafos que produjeron el debate pasaron por su lente.
Esos fueron los detalles curiosos que quedaron tras el debate de El Colombiano, que para algunos recordó la silla vacía que dejó el 7 de enero de 1999, Manuel Marulanda, ‘Tirofijo’, cuando el entonces presidente Andrés Pastrana, pretendía iniciar los diálogos con la guerrilla de la época, las Farc. Hoy el turno fue para Gustavo Petro.