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En Ventaquemada (Boyacá) inició formalmente el exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, su recorrido por el país en este segundo intento por consolidar una candidatura presidencial. El gobernador de Boyacá, Carlos Andrés Amaya, lo invitó a un consejo de Gobierno y lo condecoró con la Orden de la Libertad grado Gran Cruz.
La semana pasada fue invitado a Cuba, a participar del foro “Hablando de la Habana”, y en los próximos días irá a Sudráfica, a compartir su experiencia como gobernante.
Al paso va respondiendo a las críticas que le hacen desde La Alpujarra por su gestión en Medellín y Antioquia y también lanza dardos contra su sucesor, Luis Pérez: “En Antioquia acabaron el programa de cafés especiales. Lástima. El avance era notorio”, trinó.
Hace un mes se entrevistó por primera vez con el senador Jorge Robledo, precandidato del Polo y hace quince días aceptó una invitación de la senadora Claudia López a una cena en su casa, en el norte de Bogotá, de la que también hicieron parte Robledo y el senador Antonio Navarro.
“Hablamos de cómo veíamos el momento político y del punto en el que coincidimos y es central para lo que viene: la lucha contra la corrupción. Ese punto nos abre las puertas para ver cómo nos podemos encontrar y avanzar”, dijo Fajardo en entrevista con EL COLOMBIANO.
¿Qué tan serio es lo de la consulta entre ustedes?
“Claudia lo sugirió, pero está por discutir. Por el momento cada quien va su camino y va construyendo. Llegará el momento en el que tendremos que decidir si somos o no capaces de trabajar juntos.
¿Hasta ahora es solo de una alianza programática?
“Por ahora en un solo punto, la lucha contra la corrupción. Para que eso tenga sentido tendríamos que sentarnos a incorporar otros puntos que nos permita estar juntos eventualmente. Está por verse”.
¿Su candidatura presidencial ya va en firme?
“Este primer semestre voy a recorrer y a escuchar a Colombia, para verificar y complementar la propuesta que estamos construyendo. Este es un país distinto al que teníamos hace un año. Al final del semestre tomaremos la decisión de si tenemos capacidad o si tiene sentido participar en la contienda presidencial”.
¿Qué le ha dicho la gente sobre esta posible alianza?
“La gente es muy cariñosa, hay una ilusión muy grande. Lo que está pasando por todas partes hay un malestar en el país con la corrupción”.
Compromiso Ciudadano no es un partido, ¿quién avalaría su posible candidatura?
“En el contexto de la reforma política y electoral que se firmó en los acuerdo de paz con las Farc, existe la posibilidad de formar nuevos partidos políticos. Vamos a ver cuando el Gobierno presenta la propuesta al Congreso. Otra alternativa es conseguir las firmas, o tener el aval con un partido político. En este momento eso no me preocupa”.
¿Le gusta la propuesta de que el Estado sea quien financie las campañas?
“Bien, pero no es la solución del problema. El problema es la plata que ha entrado y va entrar de forma subrepticia a la campañas y con esa es que compran votos. Lo que hay que evitar es que los corruptos lleguen al poder, porque cuando ganan llegan a pagar con puestos y contratos”.
¿Con la liberación de Odín Sánchez quedó más expedito el diálogo con el Eln?
“Ya está la experiencia de la negociación con las Farc y espero llegue a buen puerto. Ahora, con el Eln todo es impredecible, toca cruzar los dedos para que salga bien. Espero que no se paren hasta que lleguen a un acuerdo.
¿Si no se da la presidencia, volvería a ser candidato a la Alcaldía de Medellín o a la Gobernación de Antioquia?
“No sé de donde inventan tantas cosas. Uno tiene un momento, pasan las cosas y tendrán que venir otras personas. Si hubiera existido la reelección yo me hubiera tratado de reelegir en el momento en que fui alcalde, pero nunca volverá a un cargo que ya tuve”.
¿En vista del escándalo de Odebrecht, estaría de acuerdo con que se prohibiera la financiación de empresas que tiene contratos con el Estado o que buscan hacerlo en el futuro?
“Todo eso tiene que quedar dentro de la reglamentación en la que está avanzando la Misión Electoral Especial, me parece muy bien, pero que se cumpla. El punto central es la ética y el manejo transparente de todo lo que se haga. El problema es la plata que entra a las campañas y nunca se registra. El asunto en Colombia no es de leyes, porque seríamos un país de ángeles, sino de la actitud ante la ley. Algunas normas requieren ser afinadas.
¿Qué evaluación le hace al nuevo Código de Policía?
Lo estamos estudiando. He escuchado observaciones de gente muy seria que dicen que es invasivo de la privacidad. La autoridad debe tener unas líneas claras de intervención que respeten siempre los derechos de las persona.
¿Qué piensa de Venezuela?
Es una calamidad. Un país con riqueza que hoy está viviendo en condiciones de pobreza. Soy amigo personal de Leopoldo López, desde que él era alcalde en Chacao, y creo que el trato a él y a la oposición no respeta la democracia.
¿Cómo percibe la situación económica por la que atraviesa el país? ¿Cómo enfrentaría el déficit fiscal?
En este momento este es un estado despistado. Nuestra apuesta de desarrollo estaba basado en los commodities, en particular el petróleo, y eso no ha permitido tenga una apuesta de una naturaleza diferente para el desarrollo de este país. Mucha gente hace su trabajo, pero hoy que cambias las condiciones del crudo no existe un norte en el modelo de desarrollo. El país también está desambientado. El primer gobierno del presidente Santos hablaba de la locomotora minera, y nunca se volvió a mencionar, pero en este momento el tema ambiental no ha sido incorporado al modelo de desarrollo.
La apuesta nuestra es la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y la cultura, con sostenibilidad. Así daremos el salto que tenemos que dar. Estamos proponiendo tres pilares: reconciliación, la lucha contra la corrupción, y la apuesta por el talento y la capacidad de nuestra gente.
¿Qué piensa de la Unidad Nacional? Ellos buscan un candidato propaz.
Para nada. Tengo amigos dentro de esos partidos, que considero valiosos, pero en términos institucionales, nada. No tenemos punto de encuentro, porque lo primero es la lucha contra la corrupción, que empieza contra el clientelismo. Donde hay mermelada no hay lucha contra la corrupción.
En varias ocasiones le ha tocado salir a explicar cosas de su gobierno en Antioquia por cuestionamientos financieros y administrativos. ¿Cree que se trata de una persecución?
Llevo 17 años en la política, me han demandado 135 veces, y he respondido y estoy respondiendo por todas. El contralor general del departamento de Antioquia ha abusado de su posición, ha hecho afirmaciones falsas con el objetivo de tratar de desprestigiarme a mí y a la administración nuestra. Cada que sale una encuesta donde tengo favorabilidad ellos salen a decir mentiras, pero no han podido encontrar nada de corrupción. No tendría por qué estar en ese cargo. Lo voy a denunciar ante la Fiscalía. Él hace parte de una red, que tiene un cuartel general. Quieren mostrar que la gestión pública nuestra no fue buena: obtuvimos el primer puesto en el Índice de Gobierno Abierto, primer puesto en Transparencia Internacional, primer puesto en el manejo de las regalías. Le respondimos y honramos a Antioquia.
Existe una posibilidad de que dos exgobernadores de Antioquia estén en la carrera presidencial el próximo año. Usted y Luis Alfredo Ramos. ¿Qué opina?
No tengo nada que decir. Ese no es nuestro problema. El camino nuestro es muy diferente a las otras alternativas. Nunca me preocupo por mirar para los lados o hablar del uno o del otro.
¿Y si Germán Vargas Lleras lo llama para que se tomen un café y le ofrece la vicepresidencia?
Si quiere tomarse un tinto conmigo, bien. Pero de ahí a salir en algún tipo de compromiso después de ese tinto... tenga la certeza que no.
¿Le cabe a usted responsabilidad política por el estado actual de la Biblioteca España?
“Veo que sacan información a menudo. Yo voy a hacer un pronunciamiento público en estos días”.