El dolor es la primera manifestación de que algo no está bien en el cuerpo humano. Así como los bebés no tiene otra forma de expresarse que mediante el llanto, el dolor es el primer síntoma que permite ayudar a diagnosticar un problema de salud, por leve que sea.
Y de todos los tipos de dolores reconocidos, el dolor de cabeza es no solo el más común sino también la primera causa de incapacidad laboral en el mundo.
En Colombia, por ejemplo, una de cada tres personas sufre de dolor de cabeza, y 69 % de ellos lo controlan con medicamentos.
Por eso, cada año se dedica un día -el 17 de octubre- a analizar las causas del dolor y su labor fundamental como parte del sistema de alertas del cuerpo.
Expertos de la multinacional Bayer explican que el dolor puede ayudar a diagnosticar un problema de salud, pues de lo contrario un paciente podría lastimarse gravemente sin saberlo o sin darse cuenta de que tiene un problema médico que requiere tratamiento. Una vez que el problema se trata, el dolor suele desaparecer cuando es leve, y con un analgésico puede ser suficiente.
Según los expertos, el organismo humano tiene cerca de tres millones de sensores de dolor que reenvían los estímulos nocivos -como un golpe traumático, una mala postura o el exceso de estrés - a las fibras nerviosas que transmiten el dolor de conducción hasta el cerebro.
De ahí que el dolor se convierta en una sensación desencadenada por el sistema nervioso que puede ser aguda o constante, intermitente o permanente, ubicada o no en cualquier parte del cuerpo, o generalizada como en el caso de los dolores musculares durante una gripe.
Tipos de dolor
Según las fuentes, los tipos de dolor son básicamente cinco:
Agudo:
Es aquel causado por estímulos nocivos desencadenados por heridas o enfermedades de la piel, estructuras somáticas profundas. Si bien los factores psicológicos tienen una importantísima influencia en la manera en que se experimenta el dolor agudo, con raras excepciones éste no obedece a causas psicopatológicas o ambientales.
Crónico:
Es la persistencia del estímulo, de la enfermedad o de ciertas condiciones fisiopatológicas. El dolor crónico tiene efectos fisiológicos, psicológicos y conductuales sobre el paciente y su familia, además de un costo social enorme. Podría decirse que mientras el dolor agudo es un síntoma de una enfermedad o traumatismo, el dolor crónico constituye una enfermedad en sí mismo.
Somático:
Es aquel que aparece cuando un estímulo potencialmente dañino para la integridad física excita los receptores nociceptivos. Estrictamente, debiera incluir el dolor originado en cualquier parte del cuerpo que no sean nervios o sistema nervioso central.
Sin embargo, frecuentemente se habla de dolor somático cuando los receptores están en la piel, músculos o articulaciones, y de dolor visceral cuando los receptores activados por el estímulo en una víscera. Este dolor es habitualmente bien localizado y el paciente no tiene grandes dificultades en describirlo.
Neuropático:
Es el que resulta de lesiones o alteraciones crónicas en vías nerviosas periféricas o centrales. Puede desarrollarse y persistir en ausencia de un estímulo nocivo evidente. El paciente frecuentemente usa términos poco usuales para describirlo, por ser una experiencia nueva.
Psicogénico:
Ocurre cuando el paciente describe problemas psicológicos como ansiedad o depresión en términos de daño tisular (en los tejidos), verbalmente o a través de su comportamiento. Si bien el daño puede o pudo existir, el problema central es la amplificación y distorsión de esos impulsos por el estado psicológico.