Si bien en el pasado era importante delimitar el género, hoy no. La complejidad de sistemas actuales aporta otra visión.
La reproducción era lo fundamental antes y de ahí la delimitación, pero hoy con 7.000 millones de personas pasó de ser lo más relevante.
En ese sentido expuso Brigitte Baptiste, directora del Instituto de Investigaciones Biológicas Humboldt al referirse al género, sexo, sexualidad y la complejidad en un contexto de cambio climático y nuevos hechos sociales que han surgido.
La investigadora disertó en el auditorio abarrotado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.
La sexualidad es ante todo un mecanismo comunicacional, por lo tanto es compleja y no se limita a la cópula, está llena de incertidumbres. “Lo sexual no se puede controlar”, si se hace lleva a insatisfacción, a respuestas violentas.
Baptiste ilustró sobre cómo ha cambiado el planeta, afectado por el cambio climático como no lo había estado en los últimos 40 millones de años por la emisión de gases de invernadero.
Hay por tanto unos nuevos retos adaptativos y no se sabe cuál será la respuesta. Uno de los llamados es a pensar en sistemas no lineales, pues el mundo no se comporta de una forma previsible, fija. El azar es una fuerza muy importante en los sistemas. “En Colombia la complejidad es reina” y si no la aceptamos nos vamos a seguir dando duro.
Algunos trabajan en el retorno a la naturaleza que podría ayudar a entender la evolución y cómo estamos hoy.
Habrá reacomodaciones. La pérdida de la realidad, las nuevas conversaciones en las redes sociales que alejan del contacto con la naturaleza, las ciudades de hoy son cosas no predichas y que nadie buscó.
Con todo eso, qué interés tiene que pregunten a alguien hoy: ¿usted qué es, macho o hembra? Hoy hay nuevas narrativas del género, el sexo y el cuerpo que van de las manos con otras transiciones socioecológicas, parte de la complejidad del sistema.