El expresidente Álvaro Uribe cuestionó que Estados Unidos le cerrara la puerta de ingreso a tres exmilitares colombianos que estarían involucrados en crímenes de guerra y falsos positivos.
“Aprecio, gratitud con Estados Unidos. Respeto a sus decisiones soberanas, pero por qué sustentarlas en el Acuerdo con Farc que trajo más violencia, recuperó el narco y desconoció el plebiscito popular. En la JEP, justicia definida por Farc, igualaron a nuestros soldados con terroristas, cuando nuestras Fuerzas Armadas han sido democráticas y no beneficiarias de impunidad”, protestó el expresidente en su cuenta de Twitter.
El cuestionamiento del exmandatario colombiano tiene que ver con una decisión que adoptó este jueves el Departamento de Estado de Estados Unidos y que involucra a dos coroneles y un general –todos retirados– del Ejército.
“Designé a tres exfuncionarios colombianos y anuncié su inelegibilidad para ingresar a EE. UU. por sus graves violaciones de los derechos humanos. Esto refuerza nuestro apoyo de larga data al Acuerdo de Paz de Colombia de 2016 y a la Jurisdicción Especial para la Paz”, fue el anuncio de Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU.
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La decisión se aplicó para los coroneles (r) Publio Hernán Mejía y Juan Carlos Figueroa, así como el general (r) Iván Ramírez Quintero. Los dos primeros pertenecían al Batallón La Popa, mientras que el general fue comandante de inteligencia del Batallón Charry Solano, de la XIII Brigada del Ejército.
Estados Unidos aseguró que con esta negación de entrada pretende promover la rendición de cuentas de los tres exfuncionarios ante la justicia especial en Colombia.
Uribe, presidente entre 2002 y 2010, impulsó la política de la seguridad democrática y la lucha frontal contra la guerrilla de las FARC. Como senador, fue una de las principales voces de oposición al acuerdo de Paz que negoció el Estado con los subversivos en mención.
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