Los especialistas recomiendan evitar las aglomeraciones, pero
no privar a los niños de esta celebración.
En la fiesta de Halloween de este año con seguridad vamos a ver a Superman y la Mujer Maravilla con tapabocas y a las princesas y príncipes encantados con caretas antifluidos, todo de cuenta de la covid-19.
Por igual, a muchos niños sus padres les recomendarán no recibir confites y en vez de salir de puerta en puerta cantando el tradicional triqui triqui harán una celebración más casera, más consecuente con las medidas de protección frente al coronavirus.
Por lo menos así será en Los Ángeles, Estados Unidos, donde el Departamento de Salud Pública del Condado expidió una serie de normas para este 31 de octubre.
Recomienda no pedir dulces, restringe las reuniones en escuelas, iglesias y centros comerciales, así como sugiere el uso de tapabocas, aunque el disfraz tenga máscara, reseña la agencia AFP.
“Este año, simplemente no es seguro celebrar de la forma en que lo hacemos habitualmente”, dijo Bárbara Ferrer, directora de salud pública al diario Los Ángeles Times.
Aunque en el país todavía las autoridades no se han pronunciado sobre el tema, el médico infectólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, Carlos Agudelo, comparte la idea de evitar aglomeraciones y usar tapabocas como medidas fundamentales.
Propone ser creativos con el disfraz “no dejar de usar mascarilla, portar alcohol y dejar que sean los niños los que directamente tomen los dulces de un recipiente, que no vayan de mano en mano”, comenta el profesional que recalca que esta celebración es fundamental para los niños, “que han pagado una cuota muy alta en esta pandemia, que han sido bastante olvidados y han puesto muchos sacrificios, por eso no se les puede negar el Halloween”.
Agudelo recalca la necesidad de hacer una celebración con las medidas de protección, invita a recuperar la tradición de ir de casa en casa, acompañados por los padres, y evitar las reuniones en sitios cerrados.
“El tema de las fiestas de disfraces para adultos sí lo veo más complejo”, dice el infectólogo de la UPB.
El diseñador de modas, Andrés Restrepo, de la marca Alado, que desde el comienzo de la pandemia está trabajando con telas antifluidos y antibacterias, primero para personal médico y luego para el público en general, no recomienda utilizar este tipo de materiales en la confección de los disfraces.
“La idea es que estas prendas (las de bioseguridad) sean lo más limpias posibles, sin adornos ni accesorios. Deben ser muy básicas, muy limpias”, anota el diseñador, que reinterpretó ese vestuario médico al uso diario, especialmente, en abrigos y escafandras (enterizos).
Al explicar el éxito de estas telas anota que la resistencia (pueden aguantar 40 lavadas) se da, primero por el tejido ajustado, y segundo por el recubrimiento.
Frente a la oferta de disfraces en este tipo de material Mónica Rodríguez, vocera de Cachivaches (tienda especializada en Halloween), aclara que en este vestuario no se utilizan esas telas antifluidos o de bioseguridad, en especial por lo complejo de la mayoría de los diseños, los colores fuertes y los accesorios que llevan.
“Lo que estamos promoviendo es que este año el disfraz se use en casa, en familia, que los papás compartan juegos y dinámicas creativas alrededor de esta fecha”, recuerda al hablar que en este 2020 se han vendido bastante los trajes de superhéroes, tanto para papás como para los niños “así como el de Los Increíbles, que viene con disfraz hasta para la mascota”, dice Mónica, al recordar que desde hace unos años los disfraces dejaron de ser exclusivos de Halloween y los niños los usan en sus juego a lo largo del año.
El médico Carlos Agudelo dice que más que confeccionar disfraces con este tipo de material, algo que ve muy complejo, la recomendación es mantener las medidas de protección.
“La idea es cambiar la forma de celebrar, no salir a un centro comercial, sino hacerlo en la casa, decorar con todos los elementos de Halloween, disfrazarnos con ellos y jugara, que es lo que personalmente haré con mis hijos, para que sientan que es un día especial, que vivan esa alegría”.
Dentro de las iniciativas para disfrutar de este 31 de octubre en familia, sin necesidad de salir a sitios públicos y evitar focos de contagio, Edwin Oneiber Bermúdez Hernández, psicólogo clínico, con maestría de la misma especialidad de la Javeriana, en Bogotá, y docente de Uniminuto en Medellín, propone aprovechar las conexiones virtuales para organizar fiestas entre los amigos y familiares.
“Ellos (los infantes) ya están acostumbrados a clases y charlas por internet, entonces esa herramienta se puede aprovechar para que ese día los disfruten desde casa disfrazados con sus personas más cercanas”.
También sugiere prepararlos emocionalmente ante las frustración que puede representar no poder salir a pedir dulces, tal como habitualmente lo hacían.
“Es normal que el menor siente incoherencia en las medidas que se toman, que cuestione el porqué si puede ir a restaurantes y centros comerciales, pero no pueda salir a pedir confites”, afirma Bermúdez Hernández.
Así que si este año Thor llega a su puerta sin martillo, pero con gel y alcohol, no se sorprenda porque la covid puso a los superhéroes a usar tapabocas.