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¿Por qué Future Nostalgia, de Dua Lipa, es el mejor disco de 2021?

Lo dijo la revista Rolling Stone. Le damos play a su nuevo álbum de la cantante albanokosovar de 26 años.

  • Dua Lipa, con 26 años, es una de las artistas revelación de la última década. Con solo dos álbumes, la cantante se ha abierto camino rápidamente dentro de la industria. FOTO Sstock
    Dua Lipa, con 26 años, es una de las artistas revelación de la última década. Con solo dos álbumes, la cantante se ha abierto camino rápidamente dentro de la industria. FOTO Sstock
14 de enero de 2022
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Músicos y escritores le temen a hablar de amor, sobre todo, por los discursos contemporáneos de empoderamiento y fortaleza personal que nos aíslan de los otros: nos hacen creer que somos autosuficientes, que no necesitamos amar ni ser amados, que es mejor no mostrarse vulnerables.

Ya bastante se ha intentado por derrotar al romance: emplear letras lacónicas y evitar a toda costa el embelesamiento. Algún efecto ha habido sobre los discursos románticos. Aquellos que escribían tangos y boleros con la sangre, con la fibra, ya no existen –o han empezado a esconderse–. Están siendo remplazados por los que cantan de la simpleza del deseo, los dueños de las melodías provocativas, los que sienten desdén por el detalle. Y, aunque algunos dirán que algo se ha perdido, todavía queda mucho por narrar, por sentir. El amor y su discurso se transforman, como la música, y nunca se acaban.

El álbum Future Nostalgia de Dua Lipa es una muestra de esto. Su segundo largo se estrenó el 27 de marzo de 2020, a principio de la pandemia, cuando nos gustaba creer que el asunto duraría poco. A pesar de que muchos artistas aplazaron sus lanzamientos, Dua Lipa —entre lágrimas y por medio de un video en sus redes sociales— anunció que no esperaría más y que presentaría el disco para alegrar un poco el ambiente.

El álbum

Con 11 canciones la cantante de ascendencia albanokosovar se ganó el reconocimiento a Mejor Disco de 2021 según la Revista Rolling Stone, a pesar de haber sido lanzado un año antes, lo que podría traducirse como que el disco sonó y triunfó a lo grande por dos años seguidos (y quizá todavía más). Lo que tenemos entre las manos es una gran producción, con armonías no muy complejas pero potentes y bien interpretadas, lleno de pequeños arreglos rítmicos: claps, percusión menor, baterías reales y electrónicas, líneas de bajo dignas de la buena época del funk y una atmósfera ochentera y disco con un aire moderno. Todo podría sonar como algo que ya conocemos, que ya se hizo. Y sí, pero no del todo.

Dua Lipa es una exploradora del amor y la música. En el amor describe apenas lo necesario, se queda en lo que siente la carne, en la forma en que le revuelve la sangre cuando ve al amado. Lo invita a bailar, lo seduce. Le promete una sola noche, le suelta la correa. Lolleva a la obsesión, al desespero, con tan solo unas cuantas palabras. Un acto mágico y cruel.

Physical es una descripción muy precisa de aquel romance contemporáneo. Ese que habla de cómo el amor nos acapara y nos envuelve: You got me feeling diamond rich, nothing on this planet compares to it... don’t you agree? (Me haces sentir rico en diamantes, nada en este planeta se le compara. ¿Estás de acuerdo?). Simple, preciso. Más adelante, la cantante asegura que aquel que puede ser un amor fugaz, de una sola noche, puede contar con ella y ella con él. Y en su boca no cabe la duda. La frase es firme: I know you got my back, and you know I got you, so come on (Sé que me respaldas y sabes que yo a ti, así que adelante). Una complicidad y confianza que poco se ha visto. ¿Somos, acaso, la generación del amor firme y corto?. Los que nos dejamos llevar de la mano sin preguntar, a los que nos tuvieron que repetir desde pequeños: no te vayas con extraños. Los ingenuos, los crédulos.

Quizá por eso, en el video de la misma canción, el gesto de intentar llegar a la mano del ser querido, del deseado, es tan conmovedor. En tiempos de simpleza, el acto más superficial puede significarlo todo. Más adelante, cuando la pareja logra un abrazo en el aire, y el hombre se queda casi acostado, sosteniéndose apenas en las rodillas, y ella descansa y se deja llevar a toda velocidad, y le cae apenas una lágrima, pareciera que han llegado al amor, lo han logrado. Y su triunfo desata una fiesta de color, y la cantante aparece en medio de todos vestida de negro con brillos (quizá la única incrédula), y por fin vemos una sonrisa en su rostro. Todo ha ocurrido en pocos minutos, menos de cinco. El éxtasis es corto, la fantasía es efímera. Y así mismo el amor.

En Break my heart, Dua Lipa nos revela otra faceta del amor: la vulnerabilidad. I hope I’m not the only one that feels it all, are you fallin? (Espero no ser la única que siente todo esto, ¿te estás enamorando?). Luego intentará reparar la declaración que acaba de hacer y, sobre todo, la pregunta difícil que lanzó, con la frase I would’ve stayed at home, ‘cause I was doin’ better alone (Me habría quedado en casa, porque estaba mejor sola). Pero la cantante no se convence, ni nos convence, y prosigue: Am I falling in love with the one that could break my heart? (¿Me estoy enamorando del que me puede romper el corazón?). No puede evitar desnudarse ante el otro.

Dua en vivo

El 27 de noviembre de 2020, Dua Lipa presentó por primera vez sus canciones en vivo en el Studio 2054, en Londres. Las guitarras y batería, los instrumentos de madera y metal, los que son tocados en el momento, sin retoque, resaltan la vitalidad que las canciones tienen en su versión de estudio.

Los bailarines se agolpan en medio de lo que parece un antro de los 80, y las luces les entrecortan los movimientos. Y, entonces, aparece, en medio de todo, la inmensa Dua. Con unas piernas largas y firmes, adornadas con los flecos de una falda blanca. Resulta tan difícil no quedarse con la belleza de la cantante, con sus movimientos apenas sugerentes, la parquedad con que mira y vocaliza.

El rango de notas en las que habla y canta es el grave, y esto no es difícil de diagnosticar. Las canciones hechas en octavas bajas y, a veces incluso en notas menores, le dan un toque a esta música que hace tiempo dejó de parecer válido en lo pop, donde muchas veces reinan las notas agudas y las cantantes chillonas (llenas de talento y soberbia).

Empieza a cantar y su voz tiene ciertas alteraciones por la respiración agitada del baile, pero como las líneas melódicas son bastante parejas y estables, los cambios son apenas notorios. La canción se presta para que baile como de mala gana, sin mucho esfuerzo, pero correctamente, con todos los pasos aprendidos como de manual.

Por mucho tiempo se dijo que casi la obligaron a aprender a bailar después de una oleada de críticas que le llovieron por un show en vivo en el que no supo muy bien cómo moverse. Caigo en cuenta de que lo que veo es un producto más de la industria, y me parece terrible porque destruye la ilusión, pero también –como todo lo que se produce en masa— hecho a la perfección.

Parece resuelta a hacer lo necesario para triunfar, para cambiar el juego, como dice ella misma en la canción que abre y nombra el álbum, Future Nostalgia. Es curioso que justo haya decidido utilizar lo que ya estaba hecho: la música ochentera, la influencia disco y funk, el amor y su discurso (que todos, sin excepción, ya hemos utilizado), para renovarlo: hacerlo suyo. Ha logrado lo que muchos hemos querido: se ha apropiado del arte, le ha puesto su nombre y sello. Podría parecer una idea ingenua, y quizá lo fue hace dos años en su primer álbum, pero después de los resultados que dio su segundo disco, parecería más bien una amenaza.

“Al final tuvo que ser ella. De todas las divas del pop que han intentado y fracasado bíblicamente a la hora de escribir un álbum sin apenas dopaje que suene actual y clásico, eufórico y de autoafirmación, justamente político, necesariamente personal y todas esas cosas que se escriben en las pizarras de las salas de marketing de las grandes compañías, ha tenido que ser ella, Dua Lipa”, escribió Xavi Sancho para el diario español El País.

Future Nostalgia es un álbum que viene de otro lugar y otra época, pero que suena a hoy, a Dua Lipa, a nosotros y a nuestras historias de amor, vulnerabilidad y placer. Es fácil entender la selección de ritmos, de melodías, la composición de letras, cuando nos damos cuenta de que la gran promesa de este álbum es contar lo que ya se ha dicho y volverlo contemporáneo. Dua nos narró otra vez, nos descubrió, y se aprovechó de esto creando una música romántica nueva, nuestra.

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