viernes
8 y 2
8 y 2
En 1647, Francisco Álvarez de Velasco y Zorrilla enviudó en Santafé de Bogotá y se dedicó a ahogar sus penas en poesía, todo lo que tuviera que ver con amor y dolor lo devoraba, hasta que llegó a Sor Juana Inés de la Cruz y fue un no retorno. “R.H. Moreno Durán afirma que el poeta santafereño se enamoró de ella hasta el punto de escribirle ‘cartas y versos antes de saber que la religiosa ya había fallecido’. Se afirma que viajó a Nueva España para conocerla”.
Esta anécdota es la primera relación que el periodista y académico Juan Camilo Rincón identificó entre las letras de Colombia y México, y el punto de partida de su libro “Colombia y México: Entre la sangre y la palabra”, que se presentará hoy, 13 de septiembre, a las 5:00 p.m. en el Patio de las Azaleas del Jardín Botánico.
De ahí, eventualmente, Rincón llegaría a nombres contemporáneos como Vanessa Londoño, novelista colombiana que actualmente publica en México, pasando por figuras icónicas como Gabriel García Márquez, Fernando Vallejo y Porfirio Barba Jacob, que migraron del sur al norte para desarrollar parte fundamental de su obra.
Vivieron en el país azteca para llenarse de su riqueza cultural, pero no dejaron de lado la idiosincracia de su origen, especialmente García Márquez, que escribió allí Cien años de soledad y estableció su residencia permanente.
Con este último autor es importante para Rincón señalar los encuentros que tuvo con otros conterráneos como Álvaro Mutis y Leo Matiz, lo que determinó una etapa de su producción creativa.
Rincón es preciso y se sumerge sin miedo en los temas que le interesan, a pesar de que en principio parezcan inabarcables, logra organizar sus ideas según sienta que la historia se lo pide. Por ejemplo, opta por dividir “Colombia y México: Entre la sangre y la palabra” en tres formatos, a pesar de tratarse del mismo tema. La primera parte es un ensayo, luego viene una crónica y finalmente se incluyen una serie de entrevistas, selección de las 20 que hizo a escritores de ambos países.
El ejercicio es casi de divulgación científica, porque Rincón considera que es necesario manejar una escritura simple y un estilo cercano para transmitir mejor sus ideas, compartir historias y anécdotas, en vez de teorías literarias incomprensibles para el gran público. “Nunca va a sobrar que se haga divulgación sobre los estudios literarios, es muy importante para poder entendernos como naciones y comprender los desarrollos históricos, de dónde vivimos, cómo se crearon estas obras y cómo llegamos a donde estamos hoy”.
Rincón recoge los momentos en la historia que fueron fundamentales en el fortalecimiento o incluso la creación de una literatura propia, que narra, pero también refleja diferentes perspectivas.
Periodista cultural del área de Tendencias de EL COLOMBIANO.