Investigadores internacionales reiteraron su certeza de que tres cuadros que conserva el Museo del Prado no son de Jerónimo Bosch, El Bosco, al tiempo que anunciaron el hallazgo de una nueva obra del pintor que ha estado durante décadas en el almacén de un museo de Kansas, Estados Unidos.
El Proyecto de Investigación de Conservación de El Bosco presentó en el pueblo natal del pintor (Bolduque) los resultados de su trabajo histórico-artístico para estudiar y documentar de forma intensa y sistemática durante los últimos seis años toda la obra del pintor medieval más importante de Holanda con las técnicas más innovadoras.
Los expertos destacan, tras otros hallazgos anunciados en los últimos meses, que una versión de “Las tentaciones de San Antonio”, una obra que estuvo clasificada durante años como trabajo de un aprendiz o discípulo de El Bosco y guardada en un almacén del Museo de Arte Nelson-Atkins de Kansas, es en realidad del pintor flamenco.
El cuadro será así la principal atracción de la exposición que homenajea al pintor (1450-1516) en su pueblo natal de Bolduque o Den Bosch en el 500 aniversario de su muerte y que se abrirá al público el próximo 13 de febrero.
Scott Heffley, conservador del museo de Kansas, explicó a Efe que compraron el cuadro “en 1936, pensando que la obra era de El Bosco”, pero “nuestros investigadores hace años le cambiaron la autoría y lo atribuyeron a uno de sus pupilos”.
“Quizás este cambio se debió a la restauración que se le hizo en 1940, que no fue tan buena como debería haber sido”, indicó.
Heffley explicó que los expertos del Proyecto de Investigación de Conservación de El Bosco se interesaron por la pintura y, tras analizarlo, descubrieron que en realidad la pintura sí había sido pintada por el maestro”, añadió.
El cuadro, que data de entre 1500 y 1510, el último periodo de actividad de El Bosco, es un fragmento de otro más grande, que ha sido acortado por todos los lados.
Con ayuda de la fotografía infrarroja y la reflectografía infrarroja aplicada por los investigadores se han podido visualizar unas firmas que se relacionan a la perfección con todo aquello encontrado en otros cuadros de la obra central de El Bosco.
El santo se ve amenazado por las extrañas criaturas que le rodean: una pequeña escondida debajo de un embudo, un monstruo con la cabeza de un zorro, o una pata de cerdo en un tablero que flota en el agua, entre otras.
El historiador de arte y coordinador del Proyecto de Investigación y Conservación, Matthijs Ilsink, considera el hallazgo una “pequeña pero importante adición” a la obra de El Bosco.