El receso en Liga que tendrá Nacional hasta el 12 o 13 de agosto, cuando visitará a Jaguares por la séptima fecha de la Liga Águila-2, le cae de perlas al técnico Juan Manuel Lillo para seguir buscando el equipo ideal.
Como es sabido, el duelo contra Equidad, que se debería jugar el próximo fin de semana en el Atanasio, fue aplazado por temas logísticos relacionados con la Feria de las Flores.
Oportunidad grande para que el estratega español haga ajustes en defensa, le imprima más ambición al ataque y logre que sus delanteros sean eficaces y menos egoístas, como sucedió en la caída (2-0) ante Junior cuando Dayro Moreno y Andrés Rentería desperdiciaron opciones claras de gol en pasajes decisivos.
Lillo dijo en rueda de prensa que tiene los hombres para lograr contundencia, recordó que el fútbol es un juego de aciertos y que la única manera de convencer es ganando.
Aunque para la próxima contienda no contará con el mediocentro Edwin Valencia, expulsado en Barranquilla por juego brusco en su mejor momento con los verdes y en una acción innecesaria, el ibérico seguramente tendrá listos a Gorka Elustondo, Diego Arias y Raúl Loaiza, quienes pueden hacer esa función.
También hay buenas noticias sobre la evolución de los lesionados Macnelly Torres y John Édison Mosquera, a los que se suman el venezolano Ronaldo Lucena y Jeison Lucumí, aún sin debutar. Y la habilitación de Luis Carlos Ruiz, sancionado por la Dimayor.
¿Lillo seguirá alineando a tres centrales? Esta es otra pregunta que se hacen los hinchas luego de ver las dificultades de Carlos Cuesta por izquierda, y ante la poca producción de Edwin Velasco mientras en el banco de suplentes estaba Christian Mafla. El entrenador fue claro desde el comienzo: cada rival le dará una pauta. Ahora, quinto en la tabla con 9 puntos (rendimiento del 60%), 6 menos que el líder Santa Fe, necesita acelerar de visitante porque ahí solo regista una producción del 33%.