En la sede de Guarne cinco caras nuevas llamaron ayer la atención. Ellos portaban en sus dorsales los números 1, 4, 13, 14 y 30. El 1 estaba destinado para el portero argentino Fernando Monetti, quien sonriente, una y otra vez, atajaba los disparos con balón que le hacían los preparadores de arqueros y sus compañeros en esa posición Cristian Vargas y Juan David Ramírez.
El 4 fue reservado para el mejor defensor de la pasada edición de la Copa Libertadores, Diego Braghieri, quien durante los 15 minutos que el club permitió ver el entrenamiento trotaba al lado de sus nuevos compañeros.
Otro, lucía con mayor confianza, era el que portaba el 13. Se trataba de Helibelton Palacios, que ya había tenido algunas sesiones con el club en la pretemporada en la Florida, y se le notaba la camaradería con los demás.
Más tímido, pero con el número 14, ese que han portado numerosos volantes de Nacional, estaba el pereirano Jorman Campuzano. En sus ojos se veía que estaba cumpliendo un sueño, miraba asombrado a sus alrededores mientras atendía a las instrucciones del preparador físico.
El número 30, bajo en estatura, se pensaba que era un juvenil, pero no, era Vladimir Hernández, volante que fue una prioridad para el club verde desde la época del técnico Juan Carlos Osorio. Sin embargo, fue en la era Almirón que se alinearon los astros y finalmente el hábil volante se pudo vestir de verde.
Ninguno de ellos habló al final de la práctica, porque el club los va a presentar mañana y allí entregarán sus primeras declaraciones a la prensa en pleno.
Los demás compañeros les dieron una fraternal bienvenida y esperan que con su aporte puedan hacer mejor al equipo este año.
El volante Raúl Loaiza así lo cree. “El profesor ya tiene una idea y el estilo de juego que quiere imprimirle al equipo, es cuestión de estar bien preparados para poderlo interpretar de la mejor manera”.
El extremo Gustavo Torres dice que se han exigido al máximo y que lo harán también en esta última semana para enfrentar el primer juego de la Superliga ante Millonarios en el mejor estado de forma.
“Con la idea que llegó el profe me viene muy bien a mi estilo y al de muchos compañeros. Siempre es bueno estar rodeado de buenos jugadores y desde ya concentrados en lo que será esa final”.
Diego Arias, hombre que se mantiene de los anteriores procesos dice que los partidos de preparación en Estados Unidos fueron muy buenos y que a medida que pasen los encuentros van a seguir mejorando. “Millonarios es un gran equipo, el actual campeón y tiene todos los méritos para ese título y jugar esta Superliga. Nos hemos ido preparando sabiendo que esos dos partidos nos pueden dar la primera alegría del año y en eso estamos mentalizados”.
El primer duelo ante el club embajador será el 31 de enero en el estadio El Campín, mientras que el partido de vuelta será en el Atanasio Girardot el 7 de febrero. Por ahora el verde sigue llenando su firmamento con estrellas.
