Quizás en el papel, debido a la realidad actual en la que se encuentra Egan Bernal en la Vuelta a España, los cinco segundos que les restó este viernes a sus máximos oponentes no representen mucho en la clasificación general, aunque sí pueden ser un golpe anímico para él de cara a la dureza que se avecina en la competencia, en la cual evidencia, como es su costumbre en cada carrera que enfrenta, deseo de continuar luchando por los puestos de honor.
El cundinamarqués, líder del Ineos y vigente campeón del Giro, sorprendió esta vez al seguir el fuerte ritmo impuesto por los hombres más veloces del pelotón para terminar en el décimo lugar de la fracción, de 203,7 kilómetros entre Belmez y Villanueva de la Serena, la más larga de la presente edición y en la que venció al sprint, el francés Florian Sénéchal (Deceuninck).
El noruego Odd Christian Eiking (Intermarché-Wanty) conservó el liderato.
Lo escoltan el galo Guillaume Martin (Cofidis), a 58 segundos; el esloveno Primoz Roglic (Jumbo), bicampeón, a 1.56; el español Enric Mas (Movistar), a 2.31 y su compañero, el colombiano Miguel Ángel López, a 3.28.
Bernal, por su parte, es séptimo, a 4.41. “Fue una etapa demasiado exigente, larga, con mucho calor y viento. Lo importante era estar adelante, no caernos y salvar el día”, comentó, ante la prensa Egan, quien se mantiene como líder de los jóvenes.
“Finalmente –en lo que va de carrera– he perdido más de tres minutos con Roglic, y si bien estos cinco segundos no van a ningún lado, algo es algo y más en un terreno llano. No puedo prometer nada, simplemente voy a dar lo mejor de mí. Lo fundamental es que estamos enfocados en la prueba e intentaremos entregar lo mejor posible en cada jornada, así sea subiendo, en plan o bajando”, agregó el cundinamarqués, campeón del Tour-2019.
Este sábado retorna la montaña en la Vuelta con el trayecto de 165,7 kilómetros entre Don Benito y el final en alto en Pico Villuercas