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Nunca me di por vencido: Chaves
Gracias al bogotano, Colombia sumó su segunda victoria en el presente Giro tras la concedida a Fernando Gaviria en la tercera jornada.
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FOTO efe
01 de junio de 2019
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Antes de cruzar la meta en San Martino di Castrozza, Esteban Chaves se persignó y, luego, como si estuviera descargando un peso que traía, desató con tres gritos aquella rabia contenida, como un desahogo que retumbó en esa montaña de Trento.
Su euforia tiene sentido. Tras afrontar momentos difíciles, el último que lo alejó de competencias 255 días después de soportar una mononucleosis (se transmite por la saliva y genera fatiga y fiebre), el ciclista colombiano del equipo Mitchelton empuñó de nuevo las manos en señal de victoria al imponerse en la etapa 19 del Giro de Italia, la 29 del país en la historia de este certamen.
El bogotano, que luego de un accidente en el Trofeo de Laigueglia casi se retira del deporte al fracturarse la clavícula derecha, un huesecillo del oído izquierdo, el seno maxilar y el esfenoides derecho, junto a una contusión pulmonar, evidencia que a sus 29 años aún tiene fuerza para entregarle más alegrías a Colombia en el pedalismo mundial.
Ayer, en el trayecto de 151 kilómetros con salida en Treviso, el escarabajo estuvo fugado desde el km 130.
En los compases finales de la fracción lanzó siete ataques, siendo el último, a 2.7 de la meta, el definitivo para dejar atrás a los demás aventureros y así triunfar en solitario, con un tiempo de 4:01.31 y una ventaja de 10 segundos sobre el local Andrea Vendrame (Androni), 2°, y 12 frente al luso Amaro Antunes (CCC), 3°. El ecuatoriano Richard Carapaz defendió el liderato.
Lleno de felicidad
“En realidad esto es un descanso. Es el resultado de todo el trabajo duro en los últimos años. No solamente es una victoria para mí sino también para mi equipo, mi familia, la Fundación Esteban Chaves y quienes han estado conmigo y soportado en los momentos críticos, nunca me di por vencido”, aseguró Esteban, después de un jubiloso abrazo con sus padres Carolina Rubio y Héctor Chaves, envueltos en llanto de alegría.
“Este triunfo me enseña que puedo esperar, que puedo hacer este deporte por más tiempo, esto es la muestra de que los sueños sí se cumplen”, añadió. El miércoles pasado, durante la jornada 17 en Anterselva/Antholz había dado un aviso de su condición al ser segundo.
Ahora suma 3 victorias en el Giro. La primera en 2016, cuando fue subcampeón, y en 2018, en los alrededores del volcán Etna, donde había obtenido su última conquista antes de que sus piernas empezaran a fallar por aquella enfermedad que lo atrapó y alejó de las carreteras.
El corredor de la fina sonrisa está de vuelta para seguir alegrando con su talento y con aquel ciclismo que hace recordar el del pasado, el de la lucha, ataque y heroísmo.
“La vida es como el ciclismo”, relata Chaves, al agregar que siempre se debe atacar y atacar para llegar a las metas propuestas y hallar la recompensa a ese esfuerzo .
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