Bajo los tres palos Cristian Yesid Arroyave Copete es intuitivo, seguro, rápido. Además tiene reflejos de felino. Estas condiciones le han servido para convertirse en el héroe de Leones en la Copa Águila, ya que con sus atajadas, desde los 12 pasos, especialmente, le ha permitido al elenco antioqueño dejar en el camino a Pereira, América y Equidad, y clasificar a semifinales de este torneo.
Son muchos años de trabajo y de preparación, que arrancaron cuando Cristian era un niño y aprovechaba los días de lluvia para llegar a la cancha y lanzársele a cada balón.
“Me gustaba tirarme, revolcarme, y aunque me ganaba pelas y regaños de mi mamá, era feliz jugando bajo la lluvia”, recuerda el arquero que ajusta ocho penales atajados como profesional.
Los que tapó ante Equidad los declara como los más importantes de su carrera, debido a que la responsabilidad era muy alta, pues estaba en juego el sueño de todos: llegar a la semifinal para enfrentarse a Nacional, uno de los campeones de Copa (2012, 13 y 16).
Un nuevo reto
Cuando tenía 11 años de edad, salió de su natal Apartadó, cuando el profesor Luis Ayala le buscó una oportunidad en Envigado, pero le dio “mamitis” y se regresó a los ocho días.
“Es que estaba muy niño y me hacía falta mi famillia, pero sabía que tenía que regresar”, cuenta. Por eso, a los 14 años, cuando se le presentó la oportunidad de volver a Medellín, lo hizo sin dudar.
“Llegué al club en Castilla que era dirigido por Elkin Ortiz y desde ahí empecé en firme mi carrera”, rememora Arroyave, quien jugó en el Ponyfútbol, como delantero, otra posición en la que lo hacía bien.
Claro que pudo más el amor por el arco y por eso buscó consolidarse allí. Fue llamado a la Selección Antioquia y su desempeño le abrió la puerta para ser fichado por Atlético Nacional, institución en la que estuvo tres años.
Alcanzó a alternar en los entrenamientos con Franco Armani, quien se convirtió en su referente. Admira al costarricense Keylor Navas.
Cuando los directivos de Leones decidieron llevar el equipo a Urabá se dio la posibilidad para que Nacional prestara al arquero y así debutó en el torneo de la B.
Allí empezó a alternar con Arled Cadavid, con quien tiene buena amistad. En los entrenamientos, mientras el titular de Leones en la Liga le pule temas como el saque y las salidas rápidas, Cristian, el antipenal, le comparte sus tips para mejorar en el tema de los tiros desde los doce pasos.
“Simplemente le digo que es tenerse confianza. Además de poner nervioso al cobrador, debe hablarle, moverse bastante por todo el arco y esperar el remate”, afirma Cristian.
Pero si con Arled ha construido una linda amistad, al volante Sebastián Gómez lo considera como un hermano, es más, se hicieron un tatuaje y lo llevan con orgullo en el brazo derecho. Los une como si fueran de la misma sangre.
Tras la alegría de la clasificación Cristian regresó a casa donde sus padres José Luis Arroyave y Ana María Copete, lo esperaban con sus seis hermanos para felicitarlo por lo logrado con Leones.
Lo que sigue es ganancia. No obstante, sabe que Nacional es un rival duro, pero al que quieren sorprender.
23
años tiene el arquero nacido en Apartadó que ya suma 25 partidos como profesional.