Elkin José Rivero Almario, con tan solo 18 años y oriundo de Montería, tuvo su primera gran oportunidad de brillar al debutar con el equipo profesional de Atlético Nacional en un duelo crucial: la vuelta de los octavos de final de la Copa BetPlay, en la que Nacional se enfrentó a Alianza FC. El Atanasio Girardot fue testigo de una victoria por 2-1 que le dio al equipo verdolaga el pase a los cuartos de final con un global de 3-2. Sin embargo, más allá del resultado, lo que realmente capturó la atención de muchos fue el look de Rivero en el campo de juego.
Cuando el reloj marcaba el minuto 84, el técnico mexicano Efraín Juárez decidió su ingreso, lo que para Elkin José representaba el inicio de su carrera en el fútbol profesional. Entró al terreno de juego, nervioso pero decidido, sabiendo que los ojos de miles de aficionados estaban puestos sobre él. Su debut, a una edad tan temprana, ya era motivo de atención, pero lo que realmente desató una ola de comentarios en redes sociales fue su peculiar corte de cabello. Al ingresar, no pocos notaron que su look recordaba al de un fraile, un estilo que contrastaba con la juventud y energía del jugador. ¿Por qué un debutante optaría por semejante corte?
La respuesta llegó pronto. Lejos de ser una elección estilística personal, su corte era producto de una tradición que ha perdurado en muchos equipos de fútbol alrededor del mundo: una “primiparada”. Los compañeros de equipo de Rivero, siguiendo un ritual de iniciación común entre los jugadores juveniles que hacen su debut profesional, decidieron darle este icónico corte de cabello como una bienvenida al mundo del fútbol profesional. Elkin, con la humildad y el buen humor que lo caracterizan, aceptó el gesto de buena manera, aunque sabía que no todos lo tomarían con la misma ligereza.
Las reacciones no se hicieron esperar. En redes sociales, algunos criticaron la broma, calificándola de innecesaria o anticuada, mientras que otros la tomaron como parte del folclore del fútbol, viendo el lado cómico de la situación. A pesar de las opiniones divididas, lo cierto es que el joven debutante no dejó que esta situación empañara su momento de gloria. Al contrario, lo tomó con filosofía, entendiendo que este era solo el comienzo de una carrera llena de retos y oportunidades.
Elkin José Rivero Almario, de perfil derecho, es un jugador versátil que puede desempeñarse tanto como volante central o mixto, y también como lateral. Su polivalencia lo convierte en una pieza valiosa para el esquema de Juárez, quien, ante la ausencia de Kilian Toscano y Jorman Campuzano por sanciones disciplinarias, decidió darle la oportunidad de debutar en este partido tan importante. Rivero no es un novato en la casa verdolaga; lleva tres años en las categorías juveniles de Nacional, donde ha trabajado arduamente para ganarse un lugar en el equipo profesional. Su esfuerzo, disciplina y talento lo han puesto en el radar de los entrenadores y, finalmente, le ha llegado el momento de demostrar de qué está hecho.
Aunque su debut fue breve, los aficionados y el cuerpo técnico vieron destellos de su potencial. A medida que avance en su carrera, este joven de Montería tendrá la oportunidad de consolidarse en el equipo y quizás, algún día, ser una pieza clave en los éxitos futuros de Atlético Nacional.
El episodio del corte de cabello, aunque anecdótico, es solo un recordatorio de las tradiciones que forman parte de este deporte, y que a menudo sirven para fortalecer los lazos entre los jugadores. Rivero ha dejado claro que, más allá de las bromas, está enfocado en trabajar duro y aprovechar cada oportunidad que se le presente. Con una trayectoria que apenas comienza, todo indica que veremos mucho más de este talentoso juvenil en los próximos años.