viernes
5 y 1
5 y 1
Ansiedad. Esa sensación intensa y persistente se apoderó de mi ese primero de julio de 2004. Había llegado el día de acariciar la gloria continental.
Como de costumbre me levanté temprano. Toda la noche anhelé que amaneciera rápido sobre la fría Manizales. Fui el primero en hacerlo y para calmar los nervios salí a caminar por los pasillos y zonas verdes de Termales del Otoño. Desde ese momento percibí la expectativa que había en la ciudad, en los rostros de los trabajadores del hotel, que nos saludaban y sonreían con ilusión.
El desayuno estuvo tranquilo. El almuerzo, fue difícil porque ninguno probó bocado. Como capitán me preocupé ante la escena, pero luego, en el refrigerio todos nos alimentamos bien.
Llegó el momento de ir al estadio. Estábamos...
ESTE CONTENIDO ES EXCLUSIVO
PARA SUSCRIPTORES
¿Ya sos un suscriptor? Iniciá sesión
Al realizar el registro de tus datos por medio de estas redes sociales, aceptas los términos y condiciones, el
uso de tu información personal y el uso de tu información por terceros de El Colombiano disponibles en
www.elcolombiano.com y el envío de noticias a tu correo.
¿QUERÉS SER UN SUSCRIPTOR?
TENEMOS PLANES DESDE
$14.900,
Seleccioná el que más te convenga:
Nueve razones para suscribirme a EL COLOMBIANO