Asumir el fútbol como un juego y no como un trabajo le ha servido a Andrés Tello para una madurez precoz en el deporte más popular del mundo.
El 13 de abril de 2014 debutaba en el rentado colombiano con apenas 18 años y ahora se da el lujo de ser el primer colombiano en hacer parte del actual campeón italiano: Juventus de Turín.
Esa posibilidad empezó a hacerse posible gracias a la buena actuación que hizo en un torneo invitacional con Envigado en Gradisca-2014. A partir de ahí el elenco europeo le hizo un seguimiento que incluyó la pasada Liga Postobón y su paso por la Selección juvenil de Colombia.
“El 29 de enero no lo podía creer cuando el presidente Ramiro Ruiz me dijo que necesitaba el pasaporte y otros papeles, porque la Juve quería llevarme a Europa. Cuando firmé el contrato me miré con mi madre Claudia Muñoz -todo para mi- y mi hermana Kelly Ibargüen y con los ojos nos preguntábamos ¿esto sí será realidad?”.
Así no se la creyeran en ese momento este lateral, que de joven le prometió a su familia que sería un profesional del fútbol, jugó en el Suramericano como recuperador, anda afanado buscando profesor de italiano, ya que su consigna ha sido la disciplina para conseguir los objetivos.
Aunque chicanea diciendo “me defiendo un poco al igual que con el francés” y se codea con mundialistas como Gianluigi Buffón, Giorgio Chiellini, Carlos Tévez y Andrea Pirlo, sabe que es mucho lo que tiene por aprender para consolidarse.
Más cuando ya es el extranjero más chico del conjunto con 30 títulos en el calcio, 117 años de historia y dos coronas en la Liga de Campeones, pero es consciente de que “tengo que adaptarme al buen trato de la pelota, al juego contundente y ganador que practica la Juve con el entrenador Massimiliano Alegri”.
Su meta es “llevarme pronto a mi madre y mi hermana”, pero como viajó con la consigna de que “uno siempre debe hacer del fútbol un juego y no un trabajo para poder disfrutar en la cancha”, Andrés Tello confía en que en Juventus tendrá un historial positivo como el que vivió en el elenco naranja que lo proyectó.
Así haya llegado a los 20 años a la élite del balompié, Tello no parará de soñar. Su próxima meta es ganarse un puesto en su nuevo club para llegar con ritmo al Mundial juvenil de Nueva Zelanda y por ahí le hace señas al combinado de mayores diciendo que “si también soy del agrado de José Pekerman, bienvenido sea”