Luego de dos meses de incapacidad y con apenas 28 minutos de juego con el Real Madrid tras superar la lesión, James Rodríguez se reincorporó a la Selección Colombia.
Frente a Perú y Uruguay en las dos primeras fechas de la Eliminatoria suramericana para el Mundial de Rusia-2018, su ausencia se notó. La afición añoró el juego colectivo, la pegada de media y larga distancias, y los goles de este zurdo mediocampista, especialmente en el humillante 3-0 que el conjunto tricolor sufrió ante los charrúas en Montevideo.
James está de vuelta y a pesar de sus ganas, sentido de pertenencia y convicción al señalar que está listo para dar lo mejor en la cancha, su entrenador en España, Rafa Benítez, asegura que al ‘10’ de Colombia “le falta mucho para llegar a su nivel”.
El estratega añadió que Rodríguez no está para actuar más 30 minutos y por eso lo utilizó poco tiempo contra el Sevilla, en el duelo que marcó gol.
Hay otra verdad ineludible: los duelos ante Chile (jueves) y Argentina (17 de noviembre) son de los más difíciles en esta Eliminatoria. Y la Tricolor necesita sumar.
John Hernández, preparador físico del Envigado y quien conoce bien a James, dice que a la distancia es difícil conocer su real condición física y futbolística. “Eso solo lo saben quienes lo tienen cerca y han acompañado su recuperación. Como lo vimos el domingo parece que nunca se hubiera ido”.
Eso sí, resaltó el carácter, la personalidad y las ganas como compite y se entrena el creativo de los colombianos, que puede dar sorpresas.
El entrenador y analista Juan José Peláez afirma que “James no es el salvador ni el profeta” que muchos esperan.
Al reconocer sus bondades técnicas y coincidir con Benítez en que Rodríguez no está en un 100 por ciento, Peláez recuerda en el fútbol “está demostrado que los que trabajan en equipo y distribuyen las responsabilidades son los que ganan”.
Y remata diciendo que además de no depender de un futbolista, para enfrentar a Chile hay que armarse muy bien, “ser agresivos, dinámico y colectivos”. No esperar un salvador.