Faltaban 15 kilómetros para la meta y las fuerzas ya no estaban en el cuerpo, sino en la mente. Después de haber recorrido 65 kilómetros a puro trote y sorteando terrenos escarpados, en su mayoría veredales, era ya un desgaste a tope para Julián Castaño, un esmerado atleta de Rionegro que participó en el Endurance Challenge the North Face, recorrido de 80 kilómetros en el municipio de Sibaté, Cundinamarca.
El esfuerzo tuvo su recompensa: un segundo puesto que celebró a rabiar en el podio y que lo llenó de orgullo a él, a su esposa Isabel Cristina Cárdenas y su hermano Daniel, quienes también participaron en la competencia en los 50 kilómetros. Julián, luego de 9 horas y 33 minutos cruzó la meta. Toda una odisea.
“Logré mantener el ritmo y conservar el segundo lugar; en esa parte final pensé mucho en mi esposa y mi hermano, y que me los iba a encontrar en la meta. Eso me dio mucha fuerza”, dijo el atleta de Trail Running.
Las bajas temperaturas no lo amilanaron. Ni cruzar parte del Páramo de Sumapaz rompió su fe que se mantuvo intacta en cada paso que daba.
Durante el recorrido, Julián fue exigente con su cuerpo, pero a la vez mesurado. Su experiencia le ha enseñado a controlar el ritmo de carrera y por eso no se desesperó por alcanzar a Émerson Trujillo (Perú), quien finalmente fue el ganador de la competencia con un tiempo de 8 horas y 45 minutos.
“Me alimento fue a base de geles energéticos, pastillas de sal para evitar la deshidratación, alguna barrita de cereal, mani y pasas. También algunas frutas”, narró el atleta.
El próximo reto para este deportistas patrocinado por Fisiofit Medellín será en 15 días cuando desafíe los 63 kilómetros del Mar a la Cima, en Santa Marta. Otro desafío que seguramente no será barrera para la mente y el cuerpo de Julián.