Las infaltables diademas (audífonos), los celulares, los morrales y las sonrisas. Así se les veía llegar ayer al aeropuerto internacional de El Dorado para emprender una de las más largas aventuras de sus cortas vidas: el viaje a Penang, una pequeña isla de un millón trescientos mil habitantes, ubicada al noroeste de Malasia, en Asia.
Son once deportistas y cuatro integrantes del cuerpo técnico, incluyendo la biomédica Ana Cristina Pazos.
Todos hacen parte de la más joven de las selecciones Colombia de pesas: la de menores de 17 años, que anoche emprendía el largo vuelo de Bogotá a Penang, haciendo escalas en Londres y Kuala Lumpur. Algo más de 28 horas de vuelo y tres días de recorrido. “A la sede del Campeonato Mundial estaremos llegando el martes”, confirma Oswaldo Pinilla, el entrenador de los chicos que, con rostros optimistas, no dejaron de hacer chanzas, echar cuentos y escuchar música antes de subir al avión para iniciar el largo recorrido.
De Bogotá a Penang hay 18.955 kilómetros en línea recta. Sin embargo, esa distancia a recorrer en avión será mucho más amplia.
“Vamos a Londres, haremos una escala ahí, luego entraremos por la frontera con Tailandia y saldremos por el sur hasta llegar a la capital de Malasia, donde haremos otra escala antes de abordar el vuelo final”, agrega Pinilla, quien ultimó, en los quince días pasados, la preparación de los muchachos, entre ellos la antioqueña Anlly Paola Chaverra, una de las jóvenes salidas de la Escuela Departamental de Pesas y que hará, por primera vez, un viaje de tal magnitud.
“Es bueno viajar y máxime cuando se va a participar a un Mundial”, expresa entre risas.
Ella, al igual que sus compañeros, asumirán una recuperación del trayecto pensando en dormir mucho en las primeras doce horas y estar despiertos en el itinerario restante para “que lleguen bien cansados a Malasia y así puedan reposar bastante y lograr una adaptación rápida antes de la competencia”, agrega Carlos Andica, exdeportista y que hace carrera como dirigente y que en el Mundial hará de delegado.
Él considera que pese a los horarios (entre Colombia y Malasia hay 14 horas de diferencia) este grupo de halteros cumplirá un gran papel. Yeison López es la gran carta.
Es un equipo nuevo cuyos integrantes sueñan con llegar a la élite de las pesas en poco tiempo. Su fuerza corporal la equiparan con la mental para alcanzar la cúspide.
El Mundial será la gran prueba para ellos.