viernes
7 y 9
7 y 9
Roger Federer cree en milagros. Así lo dejó claro tras vencer a Tennys Sandgren por parciales 3-6, 6-2, 6-2, 6-7 y 3-6, luego de estar al borde de la cornisa en los 7 match points que tuvo en contra, y acabar celebrando, entre lágrimas, su paso a la semifinal del Abierto de Australia.
“Hoy no merecía la victoria, pero aquí estoy y evidentemente muy contento... Solo me dije ‘creo en milagros’”, agregó en rueda de prensa.
El suizo enfrentará al serbio Novak Djokovic que, lejos del drama que ha atravesado Roger para llegar a esta instancia, ha cabalgado el torneo con solvencia. Ayer venció al canadiense Milos Raonic, 3-6, 6-7.
Será el enfrentamiento número 50 entre Federer y Novak, el segundo duelo más repetido en la historia del tenis en la Era Abierta (desde 1968), solo superado por el Rafael Nadal-Djokovic (55).
Sin embargo, en torneos de Grand Slam el choque entre el suizo y el serbio sí es el más repetido en la historia (17).
El último de estos duelos en majors fue la final de Wimbledon 2019, para algunos, la mejor del abierto londinense en todos los tiempos que quedó en manos de Djokovic luego de que Roger desperdició dos match points.
Fue la definición más larga en la historia del torneo (4 horas y 57 minutos). Todos estos ingredientes convierten el duelo semifinal de mañana en un evento imperdible.
“Los partidos que he jugado contra Roger y Rafa (Nadal) me han hecho el jugador que soy ahora”, añadió el serbio. “Que gane el mejor”, señaló, con deportividad, Djokovic.
En el historial el serbio domina con 26 triunfos sobre 23 del helvético. En el papel, Djokovic goza de ventaja física porque tiene dos horas menos de desgaste competitivo en el torneo en relación a Roger.
Por esto y por haber perdido 4 de los últimos 5 duelos ante Nole, Federer la tiene clara: “Habrá que jugar mejor, porque si no seguramente tenga tiempo para ir a esquiar”, bromeó.