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El panorama para los ciclistas en las vías de Antioquia
En Colombia mueren cerca de 400 al año. Mirada a esta tragedia en un país que promueve el uso de la cicla. Repaso a reglas y consejos del uso correcto de las carreteras.
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Mientras las autoridades piden usar más la bicicleta para reducir el impacto en el ambiente y mejorar la movilidad, los usuarios solicitan más zonas especiales para transitar seguros. FOTO EDWIN BUSTAMANTE
15 de octubre de 2020
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No habían pasado 48 horas de la muerte de José Antonio Duarte Leiva, un vigilante de 56 años que se transportaba por las vías de su natal Chía, en Cundinamarca, al ser embestido por un furgón y lanzado a un vacío de un puente de 4,5 metros de altura, cuando en Medellín, en pleno soterrado de Parques del Río, otro corredor aficionado por poco es impactado por un taxista que le “tiró” el auto.
El primero sucedió en el puente de La Caro en Chía, en la vía que conduce de Bogotá a Tunja, y fue tanta la indignación, que hasta reconocidos personajes como el campeón del Tour de Francia en 2019, Egan Bernal, y el vigente rey nacional de ciclismo en ruta, Sergio Higuita, pidieron justicia frente a conductas y actos que tildan de reprochables.
Referentes como Rigo Urán y Nairo Quintana han insistido, desde años atrás y mediante campañas en redes sociales, que se proteja a quienes van en bicicletas. “Adopta un ciclista, por minutos, protegiéndoles mientras estos van rodando”, dice una de ellas.
“En serio que estoy impresionado día a día. Perdemos más la cabeza y la falta de comprensión por el otro y la paciencia”, escribió Higuita en Twitter al publicar la maniobra agresiva del taxista, quien luego ofreció disculpas por su actitud.
Pero, ¿por qué se siguen presentando estos lamentables sucesos? ¿Hay imprudencia solo de conductores de autos y motos o es compartida con los pedalistas?
Resulta alarmante la cifra que entrega Víctor Hugo Peña, primer rutero nacional en ser líder en un Tour francés (2003), a través de Gráficas de Ciclismo de Colombia y frente a estos casos de intolerancia y de falta de respeto por la vida, como lo asegura él. “Desde 1999 las personas en bicicleta fallecidas en accidentes en Colombia son 8.521, un promedio anual de 408. Es como si muriera cada año el pelotón que termina el Giro, más el del Tour y la Vuelta”, señala Peña.
Hasta ahora, y según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, el Valle del Cauca, con 49, es el departamento con más ciclistas fallecidos en la vía entre enero y agosto de 2020. Siguen Bogotá (37), Cundinamarca (35), Antioquia (29) y Santander (12).
Para el general (r) y exdirector de la Policía Nacional, Rodolfo Palomino, asesor de la Agencia de Seguridad Vial, se requiere tener una actitud solidaria y perdonable en la conducción. “Tenemos que hacer un esfuerzo colectivo por mejorar significativamente la valoración de la vida. Todos somos actores viales, en algunas circunstancias como peatones, ciclistas y motociclistas y somos vulnerables”.
Falta conciencia y cultura
Palomino resalta que, “en esas condiciones tenemos que ser muy cuidadosos con nuestro comportamiento, asumir la responsabilidad como conductores de vehículos, tanto particular, de transporte de pasajeros o carga, para estar atentos al cumplimiento de las normas, y si algún otro actor vial comete un error, no le cueste ni su vida ni su integridad, ni la de los demás”.
Y agrega que a los ciclistas se les recomienda cumplir todas las normas de tránsito, usar sus elementos de protección y hacerse visibles en la vía utilizando reflectivos si es necesario. “Un conductor debe recordar que, a bordo de esas dos llantas, o a pie, está en juego una vida, y que tiene la obligación de proteger. En Colombia y en todas partes del mundo, existen normas que priorizan el cuidado y la consideración a los ciclistas. Si va a sobrepasar a alguno, no se puede hacer a menos de una distancia lateral de 1,50 metros, porque puede producir ese efecto de succión contra esa persona”, advierte.
Mauricio Vargas, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, dice que no es momento de juzgamientos sino, entre todos, tomar conciencia de la responsabilidad en las carreteras del país.
“Se ha trabajado con el Ministerio de Transporte, personal de la Agencia de Seguridad Vial, distintas entidades y alcaldías, promoviendo campañas en las que se invita a conductores y usuarios de la vía a que nos respetemos y se cumplan las normas de tránsito”.
El Centro de Estudios e Investigaciones en Seguridad Vial señala que el uso de la bicicleta en el país aumentó en un 62% en el último año y que los ciclistas son el 15 % del total de actores lesionados. “Esto supone que las vías tienen cada vez más personas desplazándose en estos aparatos, lo que conlleva a que necesitamos ser más responsables y menos agresivos a la hora de conducir”, señala el dirigente.
Vargas hace un llamado a los pedalistas para que traten de rodar por las ciclorrutas, pero a la vez les reitera a los conductores que respeten la distancia de quienes van en cicla. “Lo importante es que cada quien entienda que se debe cuidar la vida del otro”.
Frente a lo ocurrido en Medellín, Carlos Cadena, secretario de Movilidad, expresa que las autoridades rechazan comportamientos intolerantes y que ponen en riesgo la integridad de las personas.
El secretario asegura que en este caso, la empresa de taxis se comprometió a tomar acciones frente al conductor. “También hablé con el ciclista (quien reservó su nombre por protección), está bien, aunque asustado, como también me ha pasado a mí en esos casos”.
Programas, como el de la denominada campaña ‘Al trabajo en Bicicleta’, con el que se busca que la gente no sienta temor y se anime a ir en cicla a los lugares de trabajo, la Alcaldía de Medellín continúa incentivando el uso de este medio de transporte. Sin embargo, quienes lo hacen aún sienten temor y expresan dudas sobre los resultados de las campañas (ver opiniones anexas).
“Tras estos tristes episodios que estamos viviendo no podemos relajarnos. Por eso el llamado es a que la gente tenga cultura, entendimiento y prudencia”, sostiene Vargas.
Otro punto que juega papel determinante en este tipo de acciones es la parte sicológica de conductores de autos, motocicletas y ciclas.
Así lo señala la sicóloga Lina María Orrego, quien expresa que “aunque posiblemente no exista una intención predeterminada de dañar al otro, temas como la crisis económica, el estrés por el encierro, la angustia ante la situación general causada por la pandemia ocasionen altos grados de ira, enojo, rabia, angustia y eso puede influir en que no tomemos decisiones correctas y actuemos sin medir las consecuencias”.
Y concluye señalando que “es urgente recobrar el valor de la vida propia y del otro”, máximo en las carreteras donde la vida está más expuesta.
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