El árbitro Gil Manzano pitó el final justo cuando Bellingham cabeceó una pelota que terminó dentro de la red.
Con un doblete, Vinicius salvó el empate 2-2 del Real Madrid (1º) ante el Valencia (9º) en Mestalla, donde el año pasado recibió unos insultos racistas que desencadenaron un escándalo mundial, este sábado en la 27ª jornada de la Liga.
Con el descuento cumplido, Jude Bellingham marcó de cabeza el 3-2, pero el árbitro señaló que el tanto había sido fuera de tiempo, lo que provocó uno de los tantos alegatos Merengues en Mestalla y una polémica que aún no cesa.
El inglés se quejó -‘It’s a fucking goal’, dijo, según su técnico Carlo Ancelotti- y fue expulsado por roja directa. “Es algo inédito, nunca me había pasado”, dijo el técnico italiano sobre la jugada.
“Han pasado muchísimas cosas, mucha tensión en el partido... En la parte final, desde mi punto de vista, veo que el árbitro dice que es la última acción y pita antes de que el jugador del Real Madrid centre”, opinó el entrenador local Rubén Baraja.
¿Un árbitro puede pitar antes de que entre el balón?
Según el artículo 9.1 del reglamento oficial de la IFAB, a la que se rige la Federación Española de Fútbol, el balón no estará en juego cuando:
“Haya atravesado completamente la línea de meta o de banda, ya sea por el suelo o por el aire; el juego haya sido detenido por el árbitro; el balón toque a un miembro del equipo arbitral”.
Es decir, según el reglamento, el balón no estaba en juego cuando Bellingham cabeceó y, por ende, el gol no suma y el marcador del partido debe ser 2-2.
Ahora, la polémica se centrará en Gil Manzano, pues, a pesar de que el balón no estaba en juego y el gol no es válido, sí se puede cuestionar el fallo arbitral del momento en que decidió pitar el final.
Juan Castro, periodista de Marca en España cercano al árbitro, explicó: “la explicación es esa: que los árbitros también fallan. Ni más ni menos. Se falló... y punto. La jugada de Brahim, en el sentido futbolístico, era continuación del córner y no se debía parar en ningún caso”.
El club se pronunció en redes sociales: “una decisión arbitral inédita de Gil Manzano impidió la victoria del Real Madrid ante el Valencia en Mestalla”.
Con el empate 2-2 que debió ser victoria, el Real Madrid se sitúa con siete puntos de ventaja sobre el Girona de Jhon Solís, que tiene un partido menos a disputar este domingo ante Mallorca.
