En los cuartos de final del Mundial Sub-20, el juego ya no se mide por promesas o historia, sino por carácter. En Chile, el próximo sábado, Colombia y España se pelearán un cupo a la semifinal con antecedentes opuestos. Uno llega con impulso y con resultados ascendentes, mientras que el otro todavía genera dudas en la calidad de juego.
Sin lugar a dudas será un partido completamente distinto al de octavos de final, con un tinte más técnico y táctico; pero en el que también pesará lo construido hasta la fecha. Le contamos cómo llega España al duelo frente a Colombia y cómo ha sido su rendimiento hasta esta instancia.
El camino de España hasta cuartos no ha sido para nada alentador. En la fase de grupos debutó con derrota ante Marruecos 2-0; un resultado que confirmó la ausencia de figuras claves como Lamine Yamal y Pau Cubarsí.
En la segunda jornada, empató 2-2 con México, en un encuentro parejo en el que Pablo García e Iker Bravo, su capitán, firmaron los goles. En el cierre de la primera ronda, venció 1-0 a Brasil con otro tanto de Bravo, para clasificarse como uno de los mejores terceros junto con Francia, Nigeria y Corea del Sur.
A pesar de avanzar a la próxima instancia, se esperaba un rendimiento mucho más sobrado de España sobre otras selecciones de su grupo como México o Marruecos, siendo esta última la gran revelación del torneo.
En partidos con pocos goles y un rendimiento que en ocasiones no supera el 60% llega España a disputar un cupo a la semifinal.
Los españoles han mostrado un fútbol de pausa, de toque corto y elaboración lenta. Les gusta mandar desde la posesión, pero sufren cuando el partido se acelera y pierden la pelota. Esa lentitud en el armado y los espacios que deja cuando retrocede son las grietas que Colombia podría aprovechar para inclinar la balanza.
La Tricolor, sin embargo, ha demostrado que puede adaptarse al ritmo del rival y castigarlo cuando baja la guardia. En ese pulso físico y de transiciones rápidas, puede tener ventaja. España no es fuerte en el uno contra uno ni en el choque, y su línea defensiva, especialmente por la izquierda, donde juega Julio Díaz, suele quedar expuesta.
El peligro podría venir por cuenta de Iker Bravo. Capitán, referente y goleador, es certero en el área y casi infalible en la pelota quieta. Cualquier tiro libre o penalti en sus pies puede ser medio gol. Junto a él, Jan Virgili y David Mella y Pablo García, han sido las principales figuras del cuadro español en lo que va del torneo, formando asociaciones letales que pueden terminar al fondo de la malla.
Colombia tendrá que cuidar el área más que nunca debido a la ausencia de Simón García, defensor de Atlético Nacional, suspendido por acumulación de amarillas tras ver la segunda ante Sudáfrica. Será una baja sensible, pero no un obstáculo insuperable para un equipo que llega con confianza y equilibrio.