A dos cuadras del parque de Heliconia está la calle de Las Salinas, un camino empedrado y lleno de flores. Frente a una de las antiguas chimeneas de las fábricas de sal que otrora fueron la cuna de la primera sal en el país, hay una amplia tienda llena de reliquias: canastillos de mimbre, lámparas de petróleo, piedras de metate y artesanías de distintos tipos que honran la historia y belleza de Heliconia.
Esta tienda se llama El Parche de Las Salinas, y detrás de ella está Nohelia Correa, quien a sus 65 años mantiene una sonrisa joven y puede sentarse a contar historias de su pueblo, como en algún momento lo hacía su padre.
Nohelia vivió desde niña en la calle de Las Salinas. Allí su papá se sentaba en la acera a contarles a los turistas y a los estudiantes del colegio la historia de las antiguas fábricas de sal que le dieron el primer impulso económico y de desarrollo a Heliconia en el siglo XVIII. Cuando su papá se cansó y dijo que ya no contaría de nuevo esa historia, Nohelia, que lo había escuchado atentamente cada vez, tomó su lugar.
Este amor por la historia de Heliconia fue la pasión. El impulso llegó cuando, al trabajar en la administración municipal, se encontró con una pregunta recurrente de los turistas y una respuesta frustrante: “¿Qué hay para llevar de Heliconia? Nada”. Esa carencia, sumada a la riqueza histórica de su barrio, inspiró a Nohelia.
Primero empezó con Recordarte Heliconia, un emprendimiento en el que su esposo Abelardo Bustamante, ebanista, creaba artesanías como la chimenea de sal y el berraquito de Guaca, una leyenda local, y las vendía en las ferias de emprendimiento. Con el tiempo, el proyecto creció e incorporó a otros emprendedores locales (café, miel, postres, artesanías) y, finalmente, en agosto de 2024, abrieron su local, El Parche de las Salinas, en el antiguo taller de ebanistería de su esposo. El Parche se convirtió en un centro de experiencias, donde Nohelia se dedica a contar la historia del municipio y a apoyar la reactivación local.
“Nosotros sí sabemos quién viene y a qué viene la gente al municipio”, afirma Nohelia, quien se asegura de que cada visitante conozca la historia y la cultura de Heliconia.
El Parche de las Salinas hace parte de la Asociación Las Salinas, una organización de emprendedores enfocada en inventariar y recuperar los senderos verdes. Junto a Vive Heliconia Travel, una agencia de viajes, buscan promover el turismo ecológico y cultural.
Para Nohelia, la formalización ha sido fundamental en esta historia. Gracias a esto, han logrado recibir apoyo para asistir a ferias de emprendimiento en otros municipios y para realizar proyectos en el pueblo como la siembra de heliconias. “Nosotros tenemos aire limpio, verde, agua, historia y queremos que vengan a conocernos”.