Un total de 44 personas murieron y 20 más heridas, algunas de gravedad, dejó un ataque de hombres no identificados, armados con rifles automáticos y granadas, contra los asistentes a una boda en el sureste de Turquía.
El gobernador adjunto de la provincia de Mardin, Ahmet Ferhat Ozen, dijo que los asaltantes, que llevaban máscaras, irrumpieron en la boda en la aldea de Sultankoy y abrieron fuego contra los invitados.
No obstante, la prensa local aseveró que los familiares de la novia y el novio incluían a miembros de la milicia alentada por el Estado para combatir a la guerrilla separatista kurda.
Las rivalidades locales que derivan en peligrosos clanes son frecuentes en el sudeste de Turquía. La violencia también podría llevar la situación de los clanes a ser parte de un debate de preocupación nacional para el Gobierno, que intenta distender las tensiones en la región, cuna de un conflicto separatista lanzado por rebeldes kurdos.
Mehmet Besir Ayanoglu, vicegobernador de la provincia donde sucedieron los hechos, declaró al diario Sabah que el tiroteo "no tenía el aspecto de un ataque terrorista".
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