En Pekín, Colombia es un simple plebeyo, sin sangre azul del deporte rey de los Juegos Olímpicos. Y sí, en atletismo tenemos poco por hacer.
Como en la natación, los buenos deportistas nacionales, poseedores de récords y títulos continentales, tienen poca posibilidades de medallas, más allá de un empujón grande de la diosa Fortuna.
Más allá de la novela de Noraldo Palacios, que aún no tiene solución, y las clasificaciones en el último momento de algunos atletas, solo un par de colombianos podrán soñar con una final.
Precisamente sobre Noraldo, Julio Roberto Gómez, presidente de Fedeatletismo ya está en China y logró que el lanzador sea alternativa. El paisa espera el sí para tomar rumbo a Pekín.
Las esperanzas, según cuentas del Comité Olímpico, están con Paulo César Villar, quien podría llegar a la final de los 110 metros con vallas, así como se podrían registrar récords nacionales en martillo con Eli Johanna Moreno, y los 800 metros planos con Rosibel García.
Y aunque los primeros colombianos saltarán en la madrugada, para competir en eliminatorias (Rosibel, en 800 metros, y Daniel Grueso, en los 100), solo hasta la noche de mañana (8:00 p.m. de Colombia), el primer nacional saldrá a la disputa de una medalla. Será la pareja de marchistas Luis Fernando López, el policía, y James Aurelio Rendón, cundinamarqués, quienes competirán en los 20 kilómetros.
En América, el cubano Dayron Robles -el retador del ídolo local Liu Xiang-, el saltador panameño Irving Saladino, y el marchista ecuatoriano Jefferson Pérez son los vértices del triángulo latino.
Además, la pelea por el título de los 100 planos, entre los jamaiquinos Usain Bolt (dueño del récord), Asafa Powell (dominador en los últimos años), y Tyson Gay (campeón olímpico), es lo más interesante, además de ver el desempeño de Yelena Isinbayeva en la garrocha. ¿Los colombianos? Lo que se haga es ganancia.
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