Cancha en regulares condiciones, el estadio ataviado de rojo y blanco por la localía del América, y un gran ambiente de fiesta.
La victoria escarlata en la fecha pasada motivó una masiva presencia de sus simpatizantes en el ‘corazón del Valle’, pero Johnatan Álvarez, ex americano, los envió a casa cabizbajos.
El compromiso inició con una alta temperatura y culminó con la suave brisa, que refrescó a los verdiblancos luego de la victoria 2-1 sobre América.
Durante los primeros minutos, Cali denotó más fortaleza en el uno contra uno. Además, los azucareros avisaron a través de los desdobles de Elkin Calle, quien en el minuto 16 remató cerca del vertical derecho de Ramos, y con la movilidad de Diego Álvarez, protagonista del primer mano a mano del juego, que fue ganado por el portero americano.
Por su parte América buscaba amplitud de banda con Suárez, pero sólo lograba claridad cuando el balón pasaba por los pies de Fernández.
La apertura del marcador llegó a los 27 minutos. Un tiro libre cobrado por Fernández al primer palo, propició el error del portero caleño que soltó el balón para la definición de Edwin Del Castillo.
Al perecer ‘el jalón de orejas’ de De La Pava en el entretiempo hizo reaccionar a sus dirigidos, quienes en la primera jugada de riesgo de la complementaria lograron la igualdad. Diego Álvarez, luego de eludir a dos rivales, asistió a Johnatan Álvarez, quien definió en el minuto 47.
El cántico de "Vamos rojos, pongan más huevo", de la hinchada popular, parecía transmitir emotividad al América, que lograba inspiración con las fragmentadas dosis de buen fútbol de Fernández.
Por su parte, en el equipo visitante, el ingreso de Andrés Escobar sugirió más concentración de los defensas del América, en un segundo tiempo en el que las transiciones rápidas de defensa a ataque fueron las principales armas.
Diego Álvarez fue el jugador de más movilidad en el ataque caleño y Johnatan, quien motivó el cántico de los escasos simpatizantes verdiblancos, mimetizados en la tribuna de preferencia y quienes terminaron celebrando, tras un prolongado silencio, con el agónico gol del ex americano (87’), en un partido que parecía no superar el empate.