El mundo actual es individualista, es un sitio donde la frase primero yo, segundo yo y tercero yo es cada vez más común. Sin embargo, debería ser social ciento por ciento.
Un espacio para demostrarlo es el trabajo. Si las responsabilidades se delegan y se trabaja en equipo, los resultados serán siempre mejores.
No pase por su oficina como si los demás no le importaran. Dele una mano a sus compañeros, pregunte en qué puede colaborar, no se vaya dejando las tareas a medio hacer, menos aún en aquellos empleos donde se necesitan unos de otros para que todo salga bien.
Hágalo, al menos inténtelo, para que aprecie los buenos resultados que genera el ser colaborador y solidario, dos virtudes cada vez más escasas en este mundo moderno, tan onanista como nunca lo fue.
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