Muchas veces da la impresión de que en el asunto de la eliminación de visas Schengen para los colombianos que quieran viajar a Europa, es el gobierno español el que está haciendo todo el trabajo. De todos los interminables trámites que tiene que sortear esa decisión, quien da cumplida cuenta informativa es el Ejecutivo de Mariano Rajoy. La Cancillería colombiana parece ir arrastrada, cual vagón de ferrocarril, sin verse concernida por su aprobación o negación.
Se echa de menos, como en tantos otros asuntos, una defensa más vigorosa de los intereses colombianos. Es como si a la diplomacia criolla no le afectara que a los colombianos nos pidan visa para casi todos los países del mundo. Es verdad que España tiene razones económicas para querer eliminar las barreras de entrada. Pero el gobierno colombiano debería ser más proactivo en coadyuvar en eso.
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