RECORDAR A LOS ABUELOS . El pasado 25 de julio Benedicto XVI nos recordó la memoria de dos abuelos, santa Ana y san Joaquín, que lo fueron de Jesucristo, y a quienes debemos encomendarnos los abuelos. Recomendó "rezar por los abuelos, que en la familia son los depositarios, y con frecuencia, los testigos de los valores fundamentales de la vida", y añadió el Pontífice que la tarea de los abuelos "es siempre muy importante y lo es aún más cuando los padres no pueden asegurar una presencia adecuada y permanente junto a los hijos, especialmente durante su crecimiento".
En el V Encuentro Mundial de las Familias ya había dicho el Papa que "los abuelos pueden ser -y son bastantes veces- los garantes del afecto y la ternura que todo ser necesita dar y recibir (?) Ellos dan a los pequeños la perspectiva del tiempo: son memoria y riqueza de las familias. Ojalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones".
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