Uno de los factores más complejos de controlar al momento de conducir un carro, es el de los denominados puntos ciegos. Es decir, aquellas zonas de la vía que desde el interior del habitáculo y la posición de manejo no se pueden controlar visualmente y que pueden generar accidentes, incluso fatales.
En un vehículo pequeño es una situación de cuidado. Y si se trata de carros grandes, como camiones, por ejemplo, la prevención se debe extremar porque por sus mismas dimensiones estos sectores no visibles se incrementan
Por ejemplo, según hallazgos técnicos de los investigadores del Centro de Investigación y Experimentación Vial, Cesvi Colombia, dentro de los puntos ciegos que permite una cabina tradicional de un camión no solamente se puede 'esconder' un motociclista sino un automóvil pequeño.
¿En dónde están?
Existen puntos ciegos en los laterales de cabina: en esta parte del vehículo, los conductores tienen menos visibilidad en el lado derecho, debido a que la puerta y guardafango terminan a una altura considerable. Esto ayuda a que los giros a la derecha se conviertan en un riesgo, porque estos dos elementos impiden que se vea un peatón o incluso un automóvil. De ahí la necesidad de tener precaución cuando se realizan estas maniobras.
Así mismo, las grandes zonas que existen a ambos lados de los camiones son altamente riesgosas debido a los amplios espacios que requieren para girar. En esos momentos, es imposible ver los automóviles que vienen directamente detrás de ellos o a su lado. Incluso, en la maniobra de cambiar de carril, estos puntos ciegos laterales son muy peligrosos por la altura desde donde puede ver el conductor.
El capó también es un punto ciego importante. Por su tamaño, este tipo de vehículos hace necesario que la altura a la cual se encuentra el conductor sea mayor. Así mismo, la tapa que cubre el compartimento del motor es más grande y queda a mayor altura, lo cual produce un punto ciego bastante amplio tanto hacia adelante como hacia los lados del vehículo.
Si el carro tiene un capó largo, el conductor podría no ver los primeros 3 a 6 metros que están frente a su paragolpes delantero, lo cual es suficiente espacio para que un automóvil se ubique justo allí y no se vea.
Si bien para mitigar el efecto de los puntos ciegos, los conductores cuentan con los espejos retrovisores, no toda la responsabilidad de debe dejar a estos elementos. Tal y como lo señalan los técnicos de Cesvi Colombia, ellos también tienen sus zonas ciegas "que se dan porque lo que se observa está determinado tanto por el tamaño del espejo como por la distancia a que se encuentra el conductor".
¿Qué hacer?
Cuando de mitigar el impacto que las zonas sin visibilidad pueden tener en la movilidad se trata, tanto el conductor de este tipo de vehículos, como los demás conductores y peatones que están en la vía deben actuar con prevención.
Así como el conductor del camión debe procurar por todos los medios advertir la presencia de otro vehículo, también es responsabilidad de los demás actores de la vía considerar que el conductor de un vehículo pesado tiene visual limitada y, por consiguiente, debe hacerse visible a sus ojos o, al menos a sus espejos.
Para reducir los puntos ciegos al cambiar de carril, se aconseja mirar dos veces el espejo retrovisor antes de efectuar la maniobra; si no viene nadie, conviene esperar dos segundos, volver a observar y realizar el adelantamiento. Los conductores con más experiencia deben desarrollar la visión periférica.
Otra manera de reducir estos puntos ciegos es por medio del uso de espejos convexos que ofrecen una zona más amplia de visión.
Pero, sin lugar a dudas la mejor forma de reducir cualquier riesgo es con una conducción tranquila y prudente.
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