Otra vez, pero en esta ocasión en Frontino, la gente creyó que había llegado el fin del mundo y "gracias a Dios no duró sino cuatro minutos, porque fue una cosa aterradora". Así lo contó María Lucila Monsalve, habitante de Frontino, municipio que el domingo en la tarde fue azotado por un vendaval.
Primero fue un aguacero que alcanzó a inundar su casa, pero cuando empezó el ventarrón inmediatamente corrió a prenderle una vela a la virgen y a arrodillarse frente a ella, pues hace un año que también se presentó otro vendaval y su casa se quedó sin techo.
María estaba en la cocina, la parte que más había sufrido en el anterior vendaval y que apenas habían podido medio arreglar porque la ayuda que le prometieron nunca llegó.
"Salí corriendo, porque ya se me había inundado la cocina con el aguacero que antecedió al vendaval, y al lado de la virgen escuchaba un ruido muy duro ocasionado por el fuerte ventarrón que tumbó varios árboles. Fue una cosa miedosa", relata María.
Esta vez lo único que afectó fue su jardín, pero las casas de varios vecinos quedaron destechadas. "Deben estar pasando por la misma que me tocó a mí el año pasado", cuenta María pensando en las 120 familias que quedaron damnificadas.
-Ojalá esta vez las autoridades sí cumplan con los afectados -manifiesta María-, a nosotros nos tocó arreglarla como pudimos y gracias a Dios esta vez no nos tocó padecerlo.
Sin embargo, el alcalde de esta localidad, Balmore González, afirmó que desde el mismo domingo se puso al frente de la situación con el apoyo de la Policía, Bomberos y organismos de socorro del municipio, para prestarle las ayudas necesarias a las familias que quedaron sin techo, especialmente a 10 que hubo que albergar, pues prácticamente se quedaron sin casa y tendrán que ser reubicadas.
"Fue muy corto, pero se alcanzó a llevar muchos techos, incluso con cerchas y madera", anotó el alcalde.
Una de las instalaciones que más sufrió fue el batallón Pedro Justo Berrío, que quedó totalmente destechado. Además resultaron afectados el Hogar Juvenil, la ciudadela educativa, una cooperativa donde funciona una estación de servicio, varios talleres y una urbanización que está en proceso constructivo.
También en el corregimiento de Musinga un aguacero muy fuerte con granizada afectó tres casas y una extensa zona de cultivos.
Según el alcalde, en Frontino, el fenómeno del "niño" desde hace una semana desapareció y ahora lo que están viviendo es fuertes aguaceros.
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