Pleno de alegría, crecido el pecho de orgullo, y con un no sé qué por dentro, me sentí este jueves. Alegría de colombiano y orgullo de paisa era lo que había dentro de mí.
Por culpa de esa morena tímida de Urabá que nos hizo despertar con una de las mejores noticias de los últimos tiempos. Una y otra vez celebraron en Turbo, y con razón esa sensacional noticia tenía que alegrar los corazones de todo Urabá.
Caterine Ibargüen, esa morena esbelta y tímida que combina el estudio de enfermería con sus prácticas atléticas en otro país distinto al nuestro, y que sin dudarlo repite una y otra vez que es antioqueña, que es de Urabá y que está orgullosa por eso, se bañaba en bronce y llenaba de orgullo a Colombia.
Ahora es que hay que poner como ejemplo para nuestra juventud este hermoso logro de la morena de Turbo. Su tesón, su sacrificio, su disciplina, su entrenar y entrenar y lo más importante, el amor por lo que hace y por su tierra deben de ser para toda la juventud un modelo a imitar y un motivo para luchar.
Caterine desde joven se destacó como atleta, y desde su terruño empezó a eliminar rivales de cualquier calaña que se le presentara, siendo muy joven se vino a Medellín, donde inició su paso por varios deportes, en el que se destacó en salto alto, pero su inquietud por el atletismo la ha consagrado definitivamente en el salto triple.
Indudablemente hay excelentes augurios para los Olímpicos de Londres y la posibilidad grande de que la medalla sea de otro metal. Teniendo en cuenta al marchista también bronceado en los mundiales Luis Fernando López, otro orgullo para los colombianos.
Pico y Placa Medellín
viernes
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