Los palestinos criticaron este jueves una decisión israelí de construir 625 viviendas en Jerusalén oriental por considerar que el proyecto demuestra que Israel ha escogido "los asentamientos y no la paz".
El ministerio del Interior israelí confirmó este jueves que un comité de planificación distrital autorizó el nuevo proyecto en Pisgat Zeev, un área de 50.000 residentes, el mes pasado. Se requiere ahora la aprobación a niveles distrital y nacional, y la construcción en sí no comenzaría por lo menos en dos años.
Dichas construcciones en el sector oriental de Jerusalén constituyen el motivo de un actual estancamiento en las conversaciones de paz israelíes-palestinas. Los palestinos se han negado a reanudar negociaciones sin un congelamiento total que incluya Cisjordania y Jerusalén oriental, el sector de la ciudad que reclaman como capital de un futuro estado. Los israelíes consideran Pisgat Zeev un vecindario, mientras los palestinos lo ven como un asentamiento ilegal.
Israel, que considera toda Jerusalén como su capital, ha seguido aprobando nuevos proyectos edilicios en el sector oriental de la ciudad mientras los mediadores estadounidenses se esfuerzan por acordar un compromiso que permita a ambas partes retornar a las negociaciones.
"Parece evidente que hemos recibido la respuesta israelí a los intentos estadounidenses por detener los asentamientos", dijo el negociador palestino Saeb Erekat. Israel ha antepuesto los asentamientos a la paz, afirmó. El vocero del gobierno israelí Mark Reguev se negó a formular comentarios.
Bajo presión de Estados Unidos, Israel declaró una restricción limitada de diez meses a las nuevas construcciones a fines del año pasado, tratando de atraer a los palestinos a la mesa de negociaciones. El liderato palestino accedió a iniciar conversaciones sólo semanas antes de que la moratoria expirara, y se retiró de las negociaciones cuando terminó la restricción israelí.
