En los años que estuve en el ELN alimenté mis sueños de transformación en los modelos socialistas de aquel entonces; hoy, de regreso a la sociedad civil, constato que es urgente seguir buscando las transformaciones, y en esta búsqueda me he encontrado con dos pilares fundamentales sobre los cuales hay que trabajar cualquier propuesta para reconstruir la Nación: la Constitución Nacional y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho.
Aprendí que las constituciones nacen de un acuerdo general, de una coincidencia sobre lo fundamental que permite a una mayoría significativa sentirse parte del mismo pacto, no son impuestas y siempre buscan satisfacer el interés general.
Con alegría descubrí que la Constitución establece las reglas básicas que cobijan el Estado, las instituciones y la sociedad. Permite a los ciudadanos como yo conocer plenamente cuáles son nuestros derechos, nuestros deberes y cuáles son las potestades que, fruto del consenso social, se otorgó al Estado.
La Constitución es instrumento de control y equilibrio entre los poderes y el desarrollo social.
Constaté en el estudio que la Constitución del 91 es el producto de un acuerdo con estas características y que cada alteración a ella es una fractura del orden constituido, de un acuerdo que se supone estable y permanente.
Comprendí que abandonaba las armas para tomar en mis manos la Constitución, "me alcé en constitución", es aquí donde está la esencia misma de la paz: uno abandona la guerra porque encuentra otro proyecto político y humano que haga posible el ejercicio de la democracia.
Pero con tristeza hoy observo que la Constitución, que tanto esfuerzo costó conciliar, está siendo afectada por la guerra política y la violencia, ambas prácticas hoy le hacen daño a la Carta Magna y a la Patria.
La Constitución es el cobijo que protege a cada ciudadano de las arbitrariedades del Estado y particulares, en ese sentido crea paz, seguridad y confianza; cuando la Constitución se altera se afecta la seguridad ciudadana, se genera el miedo y fractura la sociedad.
Estamos desorientados, perdimos el norte. Cada cual acomoda "la ley" como más le conviene.
Es por esto que la sociedad civil busca incansablemente formular una propuesta de salida que convoque de nuevo el consenso entre los factores reales de poder donde retomemos la Constitución.
Es así como en el escenario se mueven iniciativas de carácter nacional y regional para el desarrollo de la Constitución y el Estado Social de Derecho como Caminos de Conciliación Social y Política; Evolución Colombia, un Horizonte Compartido; Acuerdo nacional para la construcción de mínimos de paz y reconciliación, entre otros.
Los miércoles a las 6 p. m., en la sede del Centro de Fe y Culturas, también hemos iniciado un ciclo de conferencias para contribuir en el estudio, asimilación y desarrollo de la Constitución Nacional, es un espacio abierto a todos donde podemos reflexionar y formular propuestas.
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