El industrial y filántropo Julio Mario Santo Domingo Pumarejo, el segundo hombre más rico del país, falleció ayer en Nueva York a la edad de 87 años.
Aunque su vida empresarial la inició en Barranquilla, donde dio sus primeros pasos en el campo de los negocios, al lado de su padre, Mario Santo Domingo, había nacido en Panamá el 1° de octubre de 1924.
Ubicado en el puesto 108 en el ranking de la revista Forbes de los hombres más ricos del mundo (con una fortuna estimada por la publicación en marzo de este año en 8.400 millones de dólares), Santo Domingo fue el principal accionista de Bavaria y tras la fusión con la sudafricana SABMiller, se convirtió en el segundo accionista de esta firma (15 por ciento).
Entre las empresas que controló se cuentan Caracol TV, El Espectador, Supla (Almacenar-Almagran), Cine Colombia y más de 100 empresas en diversos sectores de la economía, a través de la holding inversionista Valorem.
Fue propietario de Avianca, vendida hace poco al grupo Sinergy (del brasileño Germán Efromovich); del entonces Banco Comercial Antioqueño (hoy, Banco Santander Colombia) y de Colseguros, hoy controlada por Allianz.
Al reconocido empresario le sobreviven su esposa, Beatrice Dávila y sus hijos Alejandro -quien ya había asumido el manejo de sus negocios- y Andrés.
El empresario se había casado en primeras nupcias con Dayla Braga, con quien tuvo a Julio Mario Santo Domingo Braga, fallecido en 2009.
Grupo de Barranquilla
El industrial fallecido fue integrante ocasional del llamado "Grupo de Barranquilla", inmortalizado por la amistad y la tertulia con escritores como Gabriel García Márquez y los fallecidos Álvaro Cepeda Samudio y Germán Vargas, así como el pintor Alejandro Obregón, en las décadas de 1950 y 1960.
De cuando en cuando se pasaba por el café de Eduardo Vilá (La Cueva), a dejarse cobijar por esa atmósfera "bohemia, mamagallista y prostibularia", como diría él mismo décadas después.
La biografía no autorizada de don Julio Mario, escrita por el periodista Gerardo Reyes, trae en sus páginas ese cuento bien contado:
"Éramos un grupo que íbamos a tomar trago. Yo lo hacía ocasionalmente y hablábamos de Faulkner, a quien todavía no se había descubierto. Era un grupo intelectualmente un poquito snob , pero muy agradable", dijo Santo Domingo.
Visionario de los negocios
Sus inversiones incluyeron la industria cervecera, la aeronáutica, la automotriz, la de alimentos y bebidas, los medios de comunicación, los seguros, la banca, el cine y las telecomunicaciones.
Conocido como uno de los 'cacaos' o grandes empresarios y millonarios de Colombia, una de las últimas veces en que Santo Domingo fue visto en Bogotá, de cabello blanco y sonriente, fue en mayo del 2010 cuando inauguró la biblioteca y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
Al cierre de esta edición su familia no había informado sobre las causas del fallecimiento, ni los preparativos para su funeral, pero varias fuentes mencionaron una "penosa enfermedad". Hoy podría conocerse un comunicado de la familia.
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