El cinismo de las Farc no tiene límites, tal como lo hemos visto y vivido durante todos estos largos años del conflicto. Pero cuando se vuelve a comprobar la presencia de menores en las filas del grupo armado ilegal, no podemos dejar pasar por alto nuestro más enérgico rechazo. Tal es el caso de un niño de doce años, presunto guerrillero, capturado en una operación conjunta entre el Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea, en la que fueron abatidos trece guerrilleros del frente 48, en Ipiales, Nariño. Lo más triste es que no es la primera vez que ocurre un reclutamiento de niños, ya que esta se ha convertido en una práctica usual de los violentos, tal como el mismo jorge Briceño, alias el Mono Jojoy reconoció días antes de su muerte, según un video divulgado hace poco. El irrespeto por la vida digna de los niños y jóvenes es una constante de las Farc, fieles a su táctica de utilizar todas las formas de lucha. Está claro que para ellos no existen los Derechos Humanos, trátese de quien se trate.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6