Las 8:00 a.m. parecería ser una hora temprana para abrir los ojos y despertarse un domingo lluvioso. El esfuerzo es aún mayor cuando hay que bañarse, organizarse y dirigirse al punto de votación, para darle la confianza a uno de los candidatos para dirigir alguna región de Colombia. Y a pesar de esto, la gente salió a votar. Tanto que las calles a esa hora de la mañana ya estaban caóticas.
Era imposible no meterse por la 33 sin tenerse que aguantar un trancón, y lo mismo pasaba en la avenida El Poblado y Las Vegas, las cuales colapsaron aún más, cuando Aníbal Gaviria y Sergio Fajardo, dos de los aspirantes a la Alcaldía de Medellín y a la Gobernación de Antioquia, respectivamente, arribaron a la puerta principal de la Universidad Eafit, cuando el reloj dibujaba las 8:15.
El primero de ellos llegó con el combo completo: cogido de la mano de su esposa Claudia, ella, cargando a su pequeña Adela, de 8 meses, y prestándole atención a sus otros dos hijos, Emiliana y Guillermo, quienes se mostraron inquietos y empáticos con los medios de comunicación. El ahora Alcalde de Medellín ejerció su derecho al voto, acompañado de su hijo varón, quien depositó en la urna los tarjetones.
Al poco tiempo, arribó Sergio Fajardo, con su hija Mariana. Él se mostró algo callado con los medios de comunicación y votó rápidamente sin dejarse hacer muchas fotos.
Estos dos candidatos, ahora dueños de la fórmula ganadora de Antioquia y Medellín, hicieron un recorrido, hasta salir de la universidad, que estuvo lleno de saludos cariñosos con la gente que se les acercaba para felicitarlos, tomarse una foto o decirles que habían votado por ellos.
Y cuando la lluvia parecía estar mermando, llegaron Federico Gutiérrez, con su esposa Margarita, y Carlos Mario Estrada, con Melisa, su hija y Urí, su señora. El primero, candidato a la Alcaldía, saludó a todos los que se le acercaron. Fotos, abrazos, besos iban y venían y él, sin ningún reparo, paraba para darles las gracias a sus simpatizantes. Él, después de votar, afirmó que en su campaña no necesitó gritar y para proponer no estuvo en contra de nadie.
Por su parte, Carlos Mario Estrada demostró su conexión con su fórmula, Federico, y les agradeció a todos quienes le tendieron una mano.
Pero si por allá no llovía, por otras zonas de la ciudad no escampaba. En Manrique, las mesas de votación estaban llenas y se presentó colapso entre la comunidad, pues hasta las 11:00 a.m., las autoridades ya llevaban cerca de 150 comparendos educativos por hacer propaganda en las cercanías del punto de votación.
La jornada en Medellín estuvo movida en todo sentido. Desde factores viales hasta de afluencia de gente en cada uno de los puntos de votación, cuya hora pico fue las 4:00 p.m., como pasa cada cuatro años. Esta vez también se cumplió el adagio que dice que los buenos colombiano se dejan coger del día. Las cartas se tiraron y ganó la democracia en Medellín, en una jornada de elecciones pasada por agua y entusiasmo.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6