Mientras para algunos congresistas el rompimiento de la coalición del Gobierno en el Congreso no es el principio del fin de la gobernabilidad del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, sino un simple corte de cuentas con el Ejecutivo, para los analistas esta movida política es un duro revés para el Ejecutivo.
Pero el ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, le restó importancia al tema y lo calificó de normal.
"Lo que pasó en el Congreso es un ejercicio normal dentro de la dinámica del Congreso, fueron elegidos dos parlamentarios amigos del Gobierno. Lo más importante es el desarrollo de la agenda legislativa", destacó.
Analistas como Andrés Mejía Vergnaud, director del Instituto Libertad y Progreso, advierten que los elegidos no son personajes muy representativos de la oposición y el hecho de que el Gobierno no haya podido mantener la coalición es un revés también para el referendo.
En interpretación de Mejía Vergnaud, el gran beneficiado fue el precandidato a la Presidencia, Germán Vargas Lleras, de Cambio Radical, que demostró que es una fuerza importante y no está acabado. "Tan vivos están que pueden frustrar un asunto de elección de mesas directivas y en ese sentido preparar la candidatura. Además demostraron por primera vez un gesto de distanciamiento del Gobierno, con la elección de Javier Cáceres, en el Congreso".
En este mismo sentido, el representante a la Cámara Jorge Morales sostuvo que esto fue un mal manejo del Gobierno, porque el acuerdo pretendía que fuera un costeño quien asumiera la Presidencia del Senado, "ya no querían más paisas y muchos no estaban de acuerdo con la postulación de Zapata".
Así mismo, la vocera del Partido Liberal en la Cámara, Liliana Barón, consideró que este no fue un golpe al Gobierno sino una independencia del Congreso, "es algo que se debe tener para una democracia sana y renovada".
En eso coincidió el ex presidente de la Cámara de Representantes Germán Varón Cotrino, quien sostuvo que la coalición sigue acompañando un programa político, pero reiteró: "menos en el tema del referendo de reelección".
Sin duda alguna el gran perdedor es el referendo y por supuesto la reelección. "Esta es el acta de defunción para el referendo", sentenció Vergnaud.
En la Cámara, Édgar Gómez, quien se lanzaría por el Partido Liberal al Senado, quedó comprometido con los liberales, el Polo y Cambio Radical, para que se mantenga la idea de la reelección en 2014.
Para el senador de la U Marco Alirio Cortés, el referendo "entró en una situación muy difícil". En eso coincide con el senador y presidente de Convergencia Ciudadana, Samuel Arrieta, quien resalta que "ahora el referendo se agrava" y espera que el tema se defina antes del 10 de agosto.
A ello se suman voces que aseguran que este es un fracaso del ministro del Interior, "si alguien en Colombia sabe y es experimentado en la mecánica de conformación de grupos parlamentarios es él. Le fue mal en la misión de mantener las coaliciones", destacó el director del ILP y aclaró que "esto representa una derrota innecesaria para el Gobierno y eso es lamentable para un Presidente".
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